El presidente de EE.UU., Donald Trump, acató este martes a sus rivales demócratas, a los que acusó del “mayor abuso de poder de la historia” de EE.UU., después de que lanzaran investigaciones parlamentarias que amenazan con lastrar los dos últimos años de mandato del presidente estadounidense.

“Emprenden una gran cruzada desesperada en busca de un delito, a pesar de que el verdadero delito es lo que hacen los demócratas”, denunció Trump en su cuenta oficial de Twitter, donde también se calificó a sí mismo de “PRESIDENTE ACOSADO”.

Es importante indicar que los demócratas tienen el control de poderosas comisiones y la facultad de comenzar investigaciones tras retomaron en enero la mayoría en la Cámara de Representantes.

En relación, el lunes anunciaron pesquisas sobre temas tan diversos como:

  • Las sospechas de connivencia entre Moscú y el equipo de campaña del multimillonario republicano en las presidenciales de 2016.
  • Los pagos para acallar a supuestas amantes de Trump.
  • Análisis de las actividades de la empresa familiar de Trump, la Organización Trump.

Según El Nuevo Herald en una avalancha de cartas, la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes solicitó información a 81 personas y entidades vinculadas a Trump, incluidos dos de sus hijos y su yerno, Jared Kushner. Incluso, en sus pedidos exigieron documentos que podrían arrojar una posible obstrucción de la justicia y un abuso de poder por parte de la administración y del propio mandatario.

Por otro lado, otras tres comisiones solicitaron a la Casa Blanca los informes detallados sobre los encuentros e intercambios entre Trump y su homólogo ruso, Vladimir Putin, mantenidos en secreto.

El presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, pronuncia un discurso en un evento para la Asociación Nacional de Fiscales Generales este lunes, en el comedor estatal de la Casa Blanca, en Washington/ FOTO: MICHAEL REYNOLDS/ EFE

Derrota sobre la emergencia nacional

La Casa Blanca acusó a los demócratas de querer “desviar la atención de su programa radical”, en referencia a la orientación izquierdista de cada vez más miembros del partido.

Más aun, Trump parece convencido de que eso es lo que ocurrirá. Este martes recordó en Twitter su tasa de popularidad entre los republicanos, superior al 90%, aunque sin citar la fuente de ese dato.

De momento, los líderes demócratas insisten en que no van a presentar un proceso de destitución o “impeachment”, contra el presidente.

No obstante, el presidente de EE.UU. cuenta con el apoyo del Senado, que sigue en poder de los republicanos. Incluso, El Nuevo Herald señala que la Cámara Alta se divide cuando el presidente toma sus decisiones más controvertidas y, sobre todo, cuando pretende atribuirse las prerrogativas del Congreso.

Esto podría impedir el financiamiento del muro que el presidente quiere levantar en la frontera con México con el objetivo de luchar contra la inmigración ilegal.

Ahora bien, para lograr los fondos necesarios, Trump declaró una situación de emergencia nacional, una medida excepcional que le permite evitar la aprobación del Congreso, el único que tiene la potestad de asignar presupuesto en tiempos normales.

El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, reconoció el lunes que hay suficientes rebeldes entre sus filas para bloquear la financiación del muro, durante una votación cuya fecha aún se desconoce.

La Cámara de Representantes ya adoptó esa resolución de desaprobación. Un rechazo del Senado obligaría a Trump a imponer su primer veto presidencial si quiere salvar su proyecto de muro.

Nancy Pelosi y Joaquin Castro (izquierda) llaman a acabar con la declaración de emergencia de Donald Trump/ FOTO: ALEX BRANDON /AP

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