La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, señaló este miércoles que el gobierno de Francia debe llevar a cabo investigaciones exhaustivas sobre las denuncias de excesivo uso de la fuerza en las protestas de los «Chalecos Amarillos», iniciadas en noviembre.

En la presentación de su informe anual ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, la alta comisionada, Bachelet,  alentó al Ejecutivo de Emmanuel Macron, presidente de Francia, a “continuar el diálogo, incluyendo un seguimiento al gran debate nacional que actualmente está teniendo lugar”.

Incluso, Bachelet puntualizó que las protestas que semana tras semana están organizando el colectivo de los “Chalecos Amarillos» muestran que parte de la sociedad francesa “se siente excluida de los derechos económicos y no tiene participación en los asuntos públicos”.

En el curso de las protestas han muerto cerca de una veintena de personas, 1.800 resultaron heridas, y según cifras del Ministerio del Interior francés ha habido alrededor de 8.000 detenciones.

¿Quiénes son los “Chalecos Amarillos”

Una mujer, parte de los «chalecos amarillos» grita consignas subida a un semáforo durante una protesta en los Campos Elíseos en París, Francia/ FOTO: EFE

El movimiento de los «Chalecos Amarillos» nació pocas semanas después del alza de los precios de los carburantes.

Su nombre hace referencia a las prendas fosforescentes que debe utilizar todo automovilista en Francia en caso de incidente en una carretera para tener mayor visibilidad.

Este movimiento está respaldado principalmente por la gente que vive en la periferia, provincias o zonas rurales, además, se convirtió en un movimiento más amplio contra la política tributaria del gobierno de Macron, que muchos consideran que favorece a los más ricos.

“El movimiento de los Chalecos Amarillos emerge en un momento en el que el sentimiento de injusticia fiscal es particularmente fuerte”, explicó Alexis Spire, director de investigación del CNRS. «No se está cuestionando el impuesto en sí, sino la idea de que no está siendo repartido equitativamente», añadió este analista.

Además de protestar contra el alza de los carburantes, las reivindicaciones de los «Chalecos Amarillos» son diversas. Algunos reclaman que se restablezca un impuesto a los más ricos, otros, medidas para aumentar el poder adquisitivo y los más radicales piden la renuncia de Macron. 

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