El pasado domingo, 20 de octubre, el líder chavista Nicolás Maduro llamó al presidente ecuatoriano Lenín Moreno “estúpido” luego de que el mandatario le acusara de estar detrás, junto al expresidente Rafael Correa, de las protestas en Ecuador y en el resto de la región latinoamericana.
“Ahora me echan la culpa de todo a mí y a Venezuela”, dijo el sucesor de Hugo Chávez durante un acto con simpatizantes a su régimen, donde se refirió a las protestas antigubernamentales en Ecuador y Chile.
“Se alzó el pueblo de Ecuador contra el Fondo Monetario Internacional (y) dice el estúpido de Lenín Moreno que fue que yo envié a 200 hombres allá. Es una ofensa al movimiento indígena, es una ofensa al pueblo de Ecuador del estúpido de Lenín Moreno”, agregó Maduro, quien además aseguró que los verdaderos detonantes de estas protestas son las medidas del FMI y la desigualdad en estas naciones.
“No es culpa de Maduro”, insistió.
Por su parte, el número 2 del chavismo y presidente de la cuestionada Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Diosdado Cabello, también se deslindó de las protestas regionales y culpó, en su lugar, al Fondo Monetario Internacional.
En este sentido, Cabello señaló que países como Colombia, Chile, Ecuador, Brasil y Honduras van a “reventar” por una “sobredosis de neoliberalismo”.
“Esos países van a reventar, porque tienen una sobredosis de neoliberalismo y eso no lo aguanta nadie”, expresó Cabello, quien agregó que las huelgas actuales son “apenas la brisita, lo que viene ahora es un huracán”.
El pasado 3 de octubre, iniciaron en Ecuador una serie de protestas para rechazar el final de los subsidios a la gasolina en el país suramericano, entre otros recortes con los que se buscaba reducir el gasto público para recibir un crédito por parte de varias instituciones financieras internacionales de 10.200 millones de dólares.
Estas manifestaciones dejaron un saldo de ocho fallecidos, 1.340 heridos y 1.192 personas detenidas.
El canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, al respecto, también acusó a Venezuela desde la Organización de Estados Americanos (OEA) de llevar a cabo “intentos desestabilizadores en varios países, promovidos por el dictador Maduro”, en el marco de las protestas en Chile, las cuales, hasta el momento, suman 11 fallecidos.
Venezuela, sin embargo, no se queda atrás y actualmente atraviesa la peor crisis de la historia de su país y de Latinoamérica, con un proceso hiperinflacionario que ha acabado con el poder adquisitivo del pueblo venezolano y que ha provocado un flujo migratorio nunca antes visto en América del Sur.