Los representantes de las tribus indígenas de la Amazonía en Ecuador se unieron a las manifestaciones contra la austeridad en Quito este viernes, mientras se espera que las conversaciones entre los líderes de la protesta y el gobierno disminuyan la situación luego de más de una semana de disturbios.

La agencias de noticias Reuters detalló que miles de manifestantes, muchos con los tradicionales bombines de los indios de las tierras altas o la pintura de las tribus de las tierras bajas, marcharon por las calles de la capital para exigir que el mandatario ecuatoriano, Lenin Moreno, derogue una ley que puso fin a un subsidio de combustible de cuatro décadas.

Moreno anunció la medida como una parte clave de los esfuerzos para reducir el déficit fiscal, de acuerdo con un acuerdo de préstamo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Sin embargo, los manifestantes expresaron que ha golpeado más a los pobres y aumentará la desigualdad en el país sudamericano.

“¡Vámonos, Lenin, váyanse!”, gritaban los manifestantes mientras marchaban antes de que estallaran enfrentamientos en partes del centro de la ciudad, donde los graffiti anti-FMI y anti-Moreno cubren los edificios, detalló el mismo medio indicado.

Las protestas estallaron por primera vez la semana pasada cuando los camioneros salieron a las calles, pero desde entonces los manifestantes indígenas han tomado la iniciativa, con los aldeanos de las tierras altas caminando y enganchando los paseos para llegar a Quito.

Los representantes de las tribus amazónicas, muchos con lanzas, ingresaron a la ciudad el jueves por la noche y este viernes temprano, agregando oposición a la perforación petrolera a una creciente lista de quejas sobre el gobierno de Moreno.

Los disturbios ya llevaron a Moreno a trasladarse a una ciudad costera y redujeron la producción de petróleo de la nación miembro de la OPEP, después de que los manifestantes se apoderaron de algunos pozos.

Las esperanzas de un final negociado de la disputa parecen distantes.

El gobierno se ha negado a restablecer el subsidio al combustible y dice que quiere “paz” antes de mantener conversaciones con los organizadores de la protesta. Los líderes indígenas han rechazado las negociaciones como un intento de descarrilar su movimiento y han pedido el fin de la represión policial contra los manifestantes después de que cuatro murieron en los disturbios.

Mientras cada lado esté radicalizando sus posiciones, creo que será muy difícil, casi imposible, que haya diálogo, dijo el obispo católico Luis Cabrera a un canal de televisión local este viernes.

La confianza necesita ser recuperada, añadió.

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