Estados Unidos acusó este miércoles a los regímenes de Venezuela y Cuba de interferir y fomentar la violencia en las manifestaciones en varios países de la región suramericana.
De acuerdo a Elliott Abrams, quien es el representante especial de Estados Unidos para los asuntos de Venezuela, estos dos países socialistas habrían utilizado las redes sociales y otros medios de comunicación para promover los episodios violencia en Ecuador, Chile, Colombia y Bolivia, países donde se han iniciado movimientos antigubernamentales.
“Se está empezando a tener pruebas de un esfuerzo de los regímenes en Cuba y Venezuela para exacerbar los problemas en Sudamérica”, señaló Abrams a la prensa, al tiempo que se refirió a la expulsión de 60 ciudadanos venezolanos de Colombia por participar en los actos vandálicos en las protestas en la nación neogranadina.
Igualmente, acusó a Venezuela de incidir en las manifestaciones de Ecuador y Chile en el último mes y medio y citó las acusaciones en Bolivia de que La Habana había financiado protestas en contra de la presidenta interina, Jeanine Áñez.
El gobierno cubano de Miguel Díaz-Canel negó estar involucrado en esos hechos en el país andino.
“Seguimos muy de cerca lo que los cubanos y los venezolanos están haciendo en toda Sudamérica”, advirtió al respecto el alto funcionario norteamericano, quien ha agregado que Cuba es el principal “sostén ideológico” de Maduro.
Las protestas regionales, las cuales iniciaron en Ecuador y se extendieron como un virus hasta Chile, Bolivia y Colombia, ya suman más de 60 personas muertas y daños materiales millonarios.
Todas estas manifestaciones se han realizado en países aliados a los Estados Unidos, a excepción de Bolivia, que hasta hace unas semanas era gobernada por el líder indígena Evo Morales, quien es especialmente conocido por su respaldo al régimen de Nicolás Maduro.
Abrams insiste en ‘Plan A’ para Venezuela
En los últimos meses, el interés de Estados Unidos por Venezuela ha ido en crecimiento, y el gobierno de Donald Trump ha puesto esfuerzos excepcionales por liderar la salida del poder de Nicolás Maduro de la nación caribeña.
A pesar de la dificultad que el cambio de régimen ha supuesto para Estados Unidos, Washington descarta cambiar de rumbo o estrategia, asegura Abrams.
“No puede haber solución a los terribles problemas que enfrentan los venezolanos diariamente mientras el régimen de Maduro esté en el poder. El régimen de Maduro creó esos problemas y los está exacerbando”, enfatizó.
Además del apoyo político a la oposición venezolana, la ofensiva de la Casa Blanca contra Caracas comprende una serie de sanciones, entre ellas un embargo de facto al crudo venezolano, vital para la moribunda economía del país suramericano.