Es muy común que los niños desde los 3 hasta los 6 años aproximadamente, comiencen a pintar diferentes superficies del hogar, como la mesa, muebles, piso y por supuesto ¡Las paredes!

En esa etapa, su creatividad se encuentra en pleno desarrollo. Nosotros solo vemos una pared limpia y perfecta, pero ellos ven un gran lienzo donde pueden desbordar su imaginación sin límites de espacio, como le sucede con una hoja.

Además, ellos quieren sorprender a los padres, y sienten que “decorar” el hogar, puede ser un bonito regalo. En ningún caso lo hacen con mala intención, porque para ellos pintar, no puede ser algo malo ni negativo. Es algo que los hace felices y les permite expresarse libremente.

Es comprensible que cuando los padres se encuentran con una “obra de arte” de sus hijos, en las paredes, se preocupen o hasta molesten porque la casa se vea “sucia”. Sin embargo, deben manejar con cuidado su reacción. Lo más importante es explicarle al pequeño por qué esta acción no está bien.

Decirle que hay superficies y áreas donde puede realizar sus obras. Sin embargo, Usted puede considerar destinar una pared específica, por ejemplo, para que sus hijos desborden todo su talento. Fotografiarla y mantenerla así hasta que crezcan y decidan dejar de usarla, y usted podrá pintarla de nuevo.

También puede considerar “empapelar” una pared con papel bond, de manera que sus hijos puedan pintar libremente sobre él, y luego Ud. Pueda guardarlo y preservarlo.

Sus hijos no serán pequeños toda la vida, procure disfrutar cada cosa que hagan porque aunque tal vez ahora, algunas de esas cosas le disgusten, en algún momento las extrañará. Evite coartar su libertad de expresión, su desarrollo artístico. No les asuste haciéndole sentir que pintar es algo malo.

¿Por qué es importante que los niños pinten?

Aunque dibujar, y colorear puede parecer una actividad banal o un simple juego es más que eso. Pintar es muy importante para el desarrollo psicomotriz y emocional de los niños.

Cuando dibujan y pintan, los niños desarrollan su creatividad e imaginación, además, fortalecen su capacidad óculo manual.

Por si fuera poco, al sujetar los creyones o lápices de colores e incluso un pincel, los niños fortalecen el agarre de pinza con sus dedos. Esto contribuye al desarrollo de las habilidades relacionadas con la motricidad fina.

Además, de pequeños, a los niños les cuesta más expresar con palabras sus pensamientos, sentimientos y emociones. A través del dibujo, ellos pueden comunicarse con los adultos, plasmando todo en un dibujo.

Por medio del arte aprenderán sobre el mundo que los rodea. Descubrirán los colores, formas y figuras. Aunque en un principio solo harán “garabatos”, poco a poco comenzarán a relacionar colores con objetos del mundo real.

Es importante prestar atención a los dibujos de los niños, porque pueden indicarnos algún padecimiento visual, o algún problema emocional. Es por esto que no debemos coartar su creatividad, sino apoyarlos y orientarlos para que puedan hacerlo con seguridad y comodidad.

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