Que un monje budista nos cuente cuáles son las claves para mantener la armonía en casa durante la limpieza, es una forma de conectar un universo ancestral con la vida moderna. Piénsalo, estamos ante los consejos de un ser humano que ha elevado sus niveles de espiritualidad a tal punto, que comprende los espacios de una manera diferente, siendo capaz de crear ideas de “organización” y “limpieza” en las que la energía positiva fluya y la negativa salga.

Las ideas del monje budista radican en acciones que eliminan frustraciones domésticas, molestias cotidianas del hogar. Lo que se propone es que con la limpieza de la casa, es que exista un ambiente de paz con el que puedas incluso tener más ánimo de hacer las cosas que te propongas, que tengas serenidad para mejorar tus pensamientos y toma de decisiones y puedas avanzar en tu vida en general, con tu hogar limpio de toda impureza mental y espiritual.

El monje budista Tulku Thondup nos revela que:

Monje budista limpia la casa

Protege:

Si no cuidas las cosas que estás aseando, quiere decir que no te importa en absoluto la manera en la que logras tus objetivos. Recuerda que otra persona dedicó tiempo y mucha paciencia para elaborar el material al que le quitaras la suciedad.

Recicla:

Puedes reciclar los objetos para utilizarlos de una manera distinta, o en todo caso, también puedes obsequiarlos. No te apegues con objetos que no te sirven, simplemente deséchalos porque solo traen energías negativas que harán que tu casa se sienta muy pesada.

Ordena:

Así mantendrás tu mente ligera porque no tendrás mucho trabajo que realizar en tu casa al día siguiente, y las vibraciones positivas llegarán a ti.

Permite:

Deja que entre el aire natural antes de limpiar. Procura abrir las ventanas y permitir que el aire y la luz natural penetren tu hogar para que te sientas fresco, sereno y disfrutes de las bondades que nos brinda la naturaleza.

Limpia:

No dejes los utensilios de comida en cualquier lugar, mucho menos sucios: Si lavas los platos y recipientes después de haberlos utilizado, estimulas el hábito de limpieza, reduces la actividad de aseo del día siguiente y tu cocina se verá más ordenada y libre de suciedad.

Concentra:

¿No has sentido que cuando haces algunas cosas y piensas en otras, la tarea se vuelve más lenta y difícil? Esto es porque tu mente no está completamente concentrada. Cada labor requiere un nivel de concentración completo para que pueda funcionar y tener buenos resultados.

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Monje budista limpia la casa

No es justo que una sola persona se encargue del orden de la vivienda. Procura que todos tengan algo que hacer. Por ejemplo, tú lavas los platos, el otro limpia la mesa, aquel recoge, etc.

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