Bajo el punto de vista práctico y funcional el feng-shui es el análisis de todas las condiciones energéticas de un espacio a la luz de sus características arquitectónicas y ambientales, con la intención de proponer soluciones que posibiliten el resurgimiento de circunstancias favorables.

La aplicación del feng-shui está orientada a lograr resultados en corto plazo de tiempo, abarcando espacios habitacionales, laborales y/o comerciales.

La armonización del hábitat humano

Los espacios pueden emitir vibraciones que se traducen en nosotros como estados de ánimo, a través de la percepción de emociones. La posibilidad de que esa conexión anímica entre el espacio y nosotros se produzca depende del ordenamiento o la disposición estética de las paredes, pisos, techos y demás elementos arquitectónicos.

Crear espacios adecuados que logren satisfacer al 100 % las necesidades energéticas de una persona, o un grupo familiar, para garantizar el éxito de sus actividades intelectuales y sociales, a través de un proceso integral que abarca aspectos emocionales y fisiológicos de la persona y su conjunto en la cotidianidad, es la manera de reorientar la armonía en sus realizaciones sociales, afectivas, laborales y financieras.

El proceso de armonización de espacios mediante el feng-shui se basa en una serie de procedimientos que comienzan con el estudio energético, para luego acondicionar el espacio de manera que fluyan de forma conveniente sin estancarse ni perturbarse entre sí, más bien adaptándose a los mecanismos de funcionamiento evolutivo del espacio y de quienes lo habitan.

Una técnica elemental para lograr la armonización de los espacios con feng-shui es la composición y reorientación de objetos: se comienza por la elección de colores según la vibración energética del espacio, por su condición cromática. El siguiente paso es tomar en cuenta la composición estética del espacio, los colores y los objetos.

En tercer lugar se suprimen de los espacios los elementos perturbadores del libre fluir de la energía vital y se agregan objetos que propicien el ingreso de dicha energía y generen su movimiento dentro del lugar.

Un espacio armónico es aquel donde todos los objetos; muebles, artefactos, adornos, armarios, electrodomésticos, cortinas, entre otros, se encuentran ubicados en el lugar donde puedan cumplir sus funciones, pero además deben estar integrados de forma armoniosa al espacio, de acuerdo con sus características físicas de forma, tamaño, color, texturas y mecánicas de uso, permitiendo y favoreciendo la libre circulación.

Las emisiones del espacio afectan no solamente a quienes lo habitan, sino también a quienes lo frecuentan o visitan. Por eso, al igual que una vivienda, un negocio debidamente acondicionado en cada una de sus áreas energéticas, ejercerá influencia positiva en sus propietarios y a la vez en sus clientes, consiguiendo de esta forma el progreso y crecimiento deseado.

Elementos de la naturaleza que deben estar en armonía en los espacios

La tradición oriental considera que todo lo existente, incluido nuestro organismo, está compuesto por cinco elementos básicos: la madera, la tierra, el metal, el fuego y el agua. La proporción de cada uno de ellos conforma la consistencia física de los objetos inanimados, así como la consistencia temperamental, mental y emotiva de los seres humanos.

Entre estos elementos se establecen relaciones energéticas de conversión que permiten la producción, generación, modificación o control de unos a partir de los otros. Este proceso se cumple con un orden específico de conversión y transformación energética. Todas estas características que le atribuimos a los objetos en realidad son propias de los cinco elementos que componen todo lo existente.

Ten esto siempre en cuenta, ya que las relaciones energéticas de conversión se usan para destacar o anular el efecto de algún elemento, según las necesidades del espacio que se trabaja.

La combinación de los cinco elementos en nuestros* espacios* debe ser muy cuidadosa, ya que sin querer, por simple desconocimiento, podemos estar incurriendo en relaciones elementales destructivas.

Para evitarlo, te dejamos por acá ambos ciclos para que los conozcas y no cometas errores que desarmonicen tus espacios y apaguen tu energía vital.

Interrelaciones constructivas:

La madera alimenta el fuego,

El fuego produce la tierra (cenizas),

La tierra genera el metal (la piedra),

El metal condensa el agua,

El agua nutre la madera.

Interrelaciones destructivas:

La tierra y el agua apagan el fuego,

El fuego y el agua funden y oxidan el metal,

El metal y el fuego cortan y queman la madera,

La madera y la tierra absorben el agua,

El metal y la madera transforman y agotan la tierra.

Principios del feng-shui para la decoración interior

El feng-shui orienta su práctica hacia hacia la reproducción de las propiedades favorables del espacio, ya sea mediante la construcción o la decoración de ambientes.

Para ello se recurre al uso de materiales que reproduzcan los atributos de los cinco elementos.

Ubicación de muebles y objetos decorativos

Para la colocación de los objetos en la decoración interior de cualquier espacio resulte eficaz en todo lo referente a la distribución y flujo de la energía vital, estos deben estar fabricados, parcial o totalmente, de materiales que posean o simbolicen las cualidades de los elementos requeridos por el área donde serán colocados.

Combinación de colores y texturas

Una excelente manera de combinar los elementos es hacer uso los colores que los representan, partiendo de las relaciones de destrucción y construcción de energía vital.

De esta manera, si se desea contrarrestar la presencia de un determinado elemento en un segmento específico del espacio, se deben utilizar colores y texturas que representen el elemento que lo anula, y a la inversa, si lo que queremos es resaltarlo utilizaremos colores del elemento que lo alimenta.

Consejos para mantener tus espacios armónicos

1. Deshazte de objetos que representen circunstancias desagradables o de fracaso.

2. Evita la presencia de cosas que te produzcan afecciones emotivas.

3. Evita objetos con formas rectilíneas en tu decoración.

4. Mantén a la vista los objetos que te recuerden momentos placenteros o satisfactorios.

5. Coloca tus muebles de forma que no estorben tu circulación por el espacio, ocasionando tropezones.

 

Pon en práctica estos consejos de feng-shui y ten presente los ciclos elementales al momento de decorar tus espacios y siempre tendrás armonía en ellos.

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