El gobierno interino de Bolivia acusó este lunes al régimen socialista de Venezuela de “financiar el terror” en su territorio, así como en Colombia, Chile y Ecuador, naciones donde en los últimos meses se han desarrollado fuertes protestas antigubernamentales con graves episodios de violencia.
Desde una conferencia de prensa, el ministro del Interior de Bolivia, Arturo Murillo, aseguró que Venezuela financia las masivas manifestaciones en la región y que su acusación se basa en una investigación de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de Bolivia.
“Tenemos algo realmente alarmante, porque resulta ser que el señor Maduro, por intermedio de Diosdado Cabello, utilizando a su primo, ha financiado todo el terror que hemos vivido los bolivianos; el terror que están viviendo los colombianos, los chilenos y los peruanos”, aseguró Murillo, quien pidió una reunión con sus pares de estos tres países para compartir información al respecto.
“La forma de desestabilizar a los gobiernos que ha venido haciendo gente vinculada con terrorismo, las FARC, narcotráfico (…) no solo es [en] Bolivia. Está involucrado Colombia, Perú, Chile, y todo esto está siendo manejado con hilos desde Venezuela”, enfatizó.
De acuerdo a la investigación citada por el ministro Murillo, la cual fue realizada por la Fuerza Especial, varias personas con “antecedentes verificables” de terrorismo ingresaron a Bolivia. Entre estos individuos se encuentra Facundo Molares, alias Camilo, exmiembro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), quien fue detenido en la localidad de Yapacaní el pasado 14 de noviembre.
Morales arribó en octubre a Bolivia desde Venezuela, de acuerdo a información de Óscar Gutiérrez, director de la FELCC en la región de Santa Cruz.
Igualmente se destaca la presencia en el país andino de Martín Serna Ponce, exmiembro del grupo Tupac Amaru de Perú, y quien, de acuerdo a la investigación, tiene vínculos con alias Camilo.
Asimismo, se cuenta al colombiano Pedro Nel Carvajalino y Oswaldo Rivera, siendo este último un exmiembro del Tupac Amaru que llegó a Bolivia con Carvajalino con el propósito de desestabilizar la nación suramericana y para hacer “terrorismo mediático”.
Las investigaciones apuntan, por su parte, que la pareja de Carvajalino es hija del comandante general del Ejército venezolano, Alexis Rodríguez Cabello, quien a su vez es primo hermano del presidente de la Asamblea Nacional Constituyente y número 2 del régimen chavista, Diosdado Cabello.
No es la primera vez que se le acusa al gobierno de Nicolás Maduro de interferir en las protestas regionales. El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, fue uno de los primeros en señalar al líder chavista de injerencia. Maduro, sin embargo, negó tal acusación y se desligó de los movimientos regionales.