Para ocasiones especiales, como un cumpleaños, el día de la madre o Navidad es siempre buena idea tener algo para el postre o para picar entre comidas y estos bocaditos hechos con merengue y avellana son la opción perfecta si te gusta lo dulce con ese sabor característico de los frutos secos.

Sin embargo, si no tienes ninguna celebración pronto, también serán geniales para un fin de semana para romper la dieta, así como para la lonchera del trabajo o colegio.

Prepararlos es muy sencillo. Solo necesitas estos ingredientes:

2 claras de huevo

15 gramos de azúcar glasé

½ cucharadita de harina de maíz refinada

Unas cuantas gotitas de jugo de limón

40 gramos de avellanas molidas.

 

Para preparar una docena de bocaditos de merengue con avellana, deberás calentar el horno a 145 grados centígrados y montar las claras a punta de nieve. Cuando estén espumosas y formen picos, agregarás poco a poco el azúcar, el jugo de limón y la harina de maíz refinada.

Mezclarás hasta obtener un merengue duro y brillante y añadirás a la masa la avellana molida como último paso. Procura hacer este paso con suavidad para que el merengue no se baje.

Cuando esté lista la mezcla, la pondrás sobre una bandeja forrada con papel para hornear. Intenta que todos los bocaditos sean del mismo tamaño (te puedes ayudar con una manga pastelera de boquilla estrecha).

Agrégale a la mezcla un poco más de avellana molida antes de introducir el dulce al horno.

Los bocaditos deben permanecer horneándose por unos 45 minutos a 100 grados centígrados y cuando haya pasado este tiempo, apagarás el horno y lo dejarás reposar hasta que el postre esté lo suficientemente frío como para sacarlo.

Una vez estén fuera tus bocaditos de merengue con avellana, guárdalos en un recipiente hermético, lejos de la humedad, para que permanezcan secos.

Cuando estén listos, tus bocaditos deben sentirse crujientes por fuera, como una galleta, y por dentro suaves, como una crema.

¡A disfrutar!

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