Fuentes cercanas al diálogo entre el régimen de Nicolás Maduro y la delegación de Juan Guaidó en Barbados afirman que Maduro habría aceptado ir a elecciones presidenciales en un período de nueve meses a un año.
De acuerdo a The Washington Post, la oferta, Maduro y su delegación, la habría hecho en mayo, cuando iniciaron los diálogos, y la habría reiterado a principios de agosto, poco antes de haberse levantado de la mesa en las negociaciones auspiciadas por Noruega.
Hasta el momento, de acuerdo a las fuentes, la oposición se estaría manejando con escepticismo, pues Maduro podría simplemente estar ganando tiempo al ofrecer cosas que no cumplirá mientras consigue detener el aislamiento de Venezuela.
Y es que la delegación chavista habría puesto como condiciones para esas supuestas elecciones que Maduro permanezca en el poder y que Washington levante las sanciones en contra de Venezuela y sus funcionarios en su totalidad.
No obstante, Washington no estaría de acuerdo con dichas condiciones y, más bien, estarían buscando convencer a Maduro y sus funcionarios para que se retiren antes de los posibles comicios con garantías de seguridad que permitan que los actores políticos del régimen chavista puedan exiliarse.
Las sanciones no se levantarían, entonces, hasta que Maduro salga del poder y no habría una respuesta sobre si Maduro podría participar en las elecciones, a pesar de que se cree que perdería, y con creces, dicho evento electoral.
Al respecto, Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela, quien fue entrevistado por The Washington Post, afirmó que actualmente se encuentran negociando garantías. “Garantías apoyadas internacionalmente” con la mediación de Noruega.
No obstante, Guaidó señala que, a pesar de todos los intentos por salir de la administración chavista a través de soluciones rápidas como un levantamiento tanto del pueblo con las Fuerzas Armadas, o unas más lentas como presión internacional o, incluso, elecciones democráticas, “la dictadura lo está haciendo costoso y cada vez lo puede hacer más costoso”.
Igualmente, sobre esta posible salida electoral quedaría la duda sobre si los funcionarios de Maduro estarían de acuerdo con tal conclusión o si supondrían un problema, pues, como apuntan las fuentes, habría una difusión en el poder en la administración socialista y sería difícil decir con exactitud quién es el que realmente ejerce la mayor cantidad de poder dentro de la cúpula.
Diosdado Cabello, por ejemplo, a pesar de haber dicho en declaraciones televisadas que no habría elecciones presidenciales – pero sí avistó la posibilidad de comicios legislativos –, no estaría tan adverso a esa posibilidad.
Sin embargo, también quedaría la posibilidad de que tanto Cabello como otras figuras de relevancia política y militar no estén hablando por Maduro, sino por otras facciones dentro del mismo chavismo.
Guaidó explicó que “no se sabe quién está hablando por el régimen. [El Ministro para la defensa] Padrino López dice una cosa, Diosdado Cabello dice otra… y entonces Maduro dice otra cosa”.
Guaidó continúa: “Es obvio que no están unidos. ¿Eso hace la transición más difícil o más fácil? Esa es la gran pregunta”.
Este supuesto acuerdo electoral entre el régimen de Nicolás Maduro y la delegación de Juan Guaidó se da a conocer en medio del embargo económico impuesto por Donald Trump sobre el país caribeño, que, de acuerdo a las fuentes entrevistadas por The Washington Post, podrían no funcionar como presión para la salida de Maduro.
“No es verdad que Maduro no pueda mantenerse [en el poder]”, dijo al respecto Luis Vicente León, presidente de la agencia de encuestas, Datanálisis. “Miren a países en África donde la gente está yéndose desesperadamente hacia Italia, porque están muriendo en sus países. ¿Quiénes fueron los que abandonaron? ¿Los gobiernos o el pueblo?”
Sin embargo, los rumores también llegan junto a las supuestas reuniones entre Diosdado Cabello y funcionarios de Estados Unidos, para evaluar garantías para los altos representantes del chavismo.