La policía de Irlanda del Norte comunicó este lunes, 19 de agosto, que un artefacto que explotó de la frontera con la República de Irlanda. La bomba fue concebida como una trampa dirigida a las fuerzas de seguridad, y estalló sin dejar víctimas.
La Policía y artificieros habían estado trabajando en la zona de Newtownbutler durante el fin de semana tras recibir información el sábado sobre la presencia de un artefacto sospechoso.
“Estoy convencido de que fue un intento deliberado de atraer a la policía y a los colegas de la Oficina Antiterrorista a la zona para que los asesinaran”, aseguró Stephen Martin, del servicio de policía de Irlanda del Norte.
Asimismo, indicó luego en rueda de prensa que dos grupos de disidentes republicanos irlandeses, el Nuevo IRA y el IRA de Continuidad, “serían un muy buen punto de partida para la investigación”.
Es justo decir que su nivel de actividad ha aumentado este año, puntualizó.
Frontera entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda
Por otro lado, las fuerzas policiales de ambos lados de la frontera temen que, si los puestos de control regresan después del Brexit, estos se conviertan en un blanco para los grupos que se oponen a la paz en la región.
Luego de esta fecha, la Irlanda del Norte y la República de Irlanda será la única frontera terrestre de Reino Unido con la Unión Europea.
El acuerdo de viernes Santo del año 1998 puso fin en gran medida al conflicto conocido en Irlanda del Norte como “The Troubles”.
Sin embargo, aun los agentes de policía son objeto de ataques esporádicos por parte de pequeños grupos, en su mayoría nacionalistas irlandeses, que se oponen al dominio británico de la provincia, según la agencia de noticias Reuters.
En consecuencia, Martin aseveró que los ataques violentos aumentaron en los últimos meses e insistió a los políticos que tomen medidas para sanar las divisiones entre la sociedad.
El terrorismo de este tipo es un problema social. No deberíamos dar la paz por sentada, manifestó.
Más aun, dijo que “este ataque fue indiscriminado y temerario, y, aunque no tengo ninguna duda de que el objetivo era la policía que atendió el aviso, lo cierto es que cualquiera podría haber sido alcanzado por la explosión”.
El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, condenó “enérgicamente las acciones cobardes de los responsables de este ataque con bomba, que podría haber tenido consecuencias devastadoras”.
Nunca hay justificación para utilizar la violencia para lograr objetivos políticos, dijo en un comunicado.