Paul Whelan el estadounidense detenido en Rusia por presunto espionaje, habría recibido un USB antes de ser arrestado, pero no tenia conocimientos de que en el, se encontraban “secretos de Estado” rusos, según explicó su abogado.

El ciudadano estadounidense detenido en Rusia por espionaje, tenía una memoria USB con “secretos de Estado” rusos que recibió antes de ser arrestado, pero según su abogado,  el ex marine no tenia idea que los tenía, ni los había visto.

Paul Whelan fue apresado en la capital rusa a finales de diciembre. Su detención, generó especulaciones sobre la posibilidad de un intercambio por alguno de los rusos retenidos en suelo estadounidense, como es el caso de Maria Butina, que se declaró culpable de actuar como agente extranjero en ese país.

Whelan compareció el martes ante un tribunal en Moscú para apelar contra una decisión de negarle la libertad bajo fianza. Está a la espera de juicio por cargos de espionaje y, si se lo encuentra culpable, podría enfrentar hasta 20 años de cárcel.

Pocos detalles del caso en su contra se han hecho públicos, pero su abogado le dijo a la BBC que su cliente estaba de buen humor y estaba decidido a demostrar su inocencia.

Una breve aparición a puerta cerrada

Paul Whelan apareció en el tribunal en una jaula de cristal, y solo pudo consultar con sus abogados a través de un pequeño agujero. Un hombre desarmado en un pasamontañas azul montaba guardia. Esta fue la primera vez que vimos a Whelan desde su arresto y parecía estar tranquilo; Elegantemente vestido y aparentemente atento.

No contestó ninguna de las preguntas, pero su abogado dijo que se había dirigido al juez durante 15 minutos durante su audiencia de fianza. Esa sesión fue cerrada para todos, incluidos los representantes de los tres consulados que se presentaron.

El caso de espionaje está clasificado como altamente secreto. Es por eso que la información solo está emergiendo lentamente a través del abogado de Whelan.

Vladimir Zherebenkov dijo el martes que aún no había visto nada que probara la culpabilidad de su cliente, que no había grabaciones de audio o vídeo que sugirieran que sabía lo que realmente estaba en el dispositivo de memoria. Ahora que se ha rechazado la fianza, el ex marine de los Estados Unidos ha regresado a su celda en la notoria prisión de Lefortovo, donde continuarán sus sesiones semanales con los investigadores del FSB.  

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