Noruega afirma que está en contacto con el gobierno oficialista de Venezuela y su oposición, para desarrollar unas posibles nuevas reuniones entre las partes después de que el mandatario, Nicolás Maduro Moros, comunicó que cancelaría la asistencia de sus delegados a la cita pautada para esta semana en la isla de Barbados, indicó el jueves un funcionario de la cancillería de Oslo.

El presidente venezolano puntualizó el miércoles que su delegación se ausentaría de la nueva ronda de conversaciones, planificadas por Noruega y que tiene como objetivo resolver la crisis política del país petrolero, debido a las nuevas sanciones impuestas por EE.UU.

Cabe destacar, que la oposición venezolana sí viajó para el encuentro en la isla.

“Tomo nota de que las reuniones programadas para esta semana en Barbados no tendrán lugar. Noruega está facilitando el proceso de negociación a solicitud de los principales actores políticos en Venezuela, y programa todas las reuniones en función de la disponibilidad de las partes”, indicó Dag Nylander, de la cancillería noruega y facilitador jefe en los diálogos.

Incluso, añadió que se mantienen los contactos con las partes “con respecto a las próximas reuniones” y la facilitación “continúa bajo el principio de que a las partes les gustaría, y que hay perspectivas realistas de una solución negociada que pueda beneficiar al pueblo venezolano”, en una declaración enviada por correo electrónico.

“Tarde o temprano volverán a sentarse por las buenas o por las malas”

El líder opositor, Juan Guaidó, conceptuó como poco serio que el gobierno oficialista no participara  en la nueva ronda después que insistiera en que nada “los pararían del mecanismo de Oslo”.

“El día de ayer (miércoles) el régimen volvió a demostrar al mundo, al pueblo y a la Fuerza Armada que es el principal obstáculo para una salida pacífica a esta gravísima crisis”, expresó Guaidó citado en un comunicado enviado por su oficina y en un vídeo colgado en las redes sociales.

Tarde o temprano volverán a sentarse por las buenas o por las malas, advirtió.

Explicó que aceptó ir al diálogo con “escepticismo y desconfianza”, por las experiencias que habían tenido en 2014 y 2015. Sin embargo, aclaró que lo hizo con seriedad, buscando una salida a la crisis en Venezuela que le ahorrara el sufrimiento a los venezolanos.

Con esto han dejado claro que lo único que les interesa son sus negocios e intereses personales, dijo.

Los contactos con las partes empezaron en mayo en Oslo y buscan una salida a la crisis de Venezuela.

 

 

 

 

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