Lo creas o no, los fabricantes de alimentos a menudo crean comida chatarra con el objetivo de encender ese ciclo de adicción en los consumidores. Apuntan al “punto de felicidad” en un producto.

Este es el punto en el que el consumidor experimenta el máximo placer. Estas combinaciones son particularmente difíciles de resistir, y tu cerebro reacciona de manera similar a como ocurre con la cocaína u otras drogas.

Si bien sucumbir a los antojos puede parecer inevitable en este momento, hay algunas cosas simples que puedes hacer para controlarlos. Aquí hay 5 ideas para comenzar.

1. Planifique con anticipación

No hay mejor manera de manejar los antojos que planificar tus comidas y refrigerios con anticipación.

Si tienes una comida saludable y refrigerios empacados y listos para ti a la hora del almuerzo y por la tarde, es mucho menos probable que tomes una pizza sobrante, pidas papas fritas o comas los dulces que alguien trajo a la oficina.

En otras palabras, reducirás tu “señal de reactividad de fuente de confianza”. Esto es lo que los investigadores llaman tu susceptibilidad a ser influenciado por los olores de comidas, anuncios y conversaciones que te rodean todos los días.

2. Come grasas saludables

Uno de los mitos nutricionales más comunes es que la grasa engorda. De hecho, ¡Tu cuerpo necesita grasa!

Sin embargo, hay muchos tipos diferentes de grasa. Debes evitar las grasas trans y limitar las grasas saturadas, pero las grasas saludables para el corazón como las nueces y el aguacate te ayudarán a sentirte lleno y a reducir los antojos.

Ten un puñado de nueces mixtas como merienda. O puedes hacer un aderezo casero para ensalada con aceite de oliva y vinagre. Agregar guacamole fresco o un pescado graso como el salmón a tu dieta, esa también es una excelente manera de incorporar grasas saludables.

3. Come suficiente proteína

La proteína te hace sentirse lleno, a menudo más que otros macronutrientes como los carbohidratos. Completa tu dieta con fuentes saludables de proteínas que incluyen:

  • Pescado.
  • Granos.
  • Vegetales.
  • Nueces.

Cuando estás lleno, hay menos espacio, y menos deseo, de comida chatarra.

4. Come frutas

La fruta tiene azúcar, pero también tiene muchas vitaminas, antioxidantes y agua.

Son rica fuente de fibra, que ralentiza y equilibra los efectos sobre el azúcar en la sangre. Esto evita la caída del azúcar.

Una vez que abandones el azúcar manufacturado, la fruta te sabrá mucho más dulce y más satisfactoria.

Toma un tazón de bayas o un trozo de sandía si deseas algo dulce.

5. Duerme más

La mayoría de las personas no duerme lo suficiente. Y aunque probablemente seas consciente de los efectos sobre tu estado de ánimo o nivel de energía, es posible que no sepas que la falta de sueño también juega un papel importante en los antojos de comida chatarra.

Un estudio reciente en Sleep Trusted Source mostró que la restricción del sueño resultó en más hambre y menos capacidad para controlar la ingesta de “refrigerios sabrosos”.

Intenta, dejar de comer unas horas antes de irte a la cama. Un estómago lleno puede causar indigestión e interferir con tu capacidad de quedarte dormido.

 

 

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