Todos hemos ido al médico y al ver la receta pensamos en cómo hacen los farmacéuticos para entenderles su letra sin equivocarse, pero este caso nos demuestra que ellos también pueden fallar.

Un sorprendente caso hizo que la comunidad médica de Glasgow, Escocia quedara realmente atónita. Se trata de una mujer que debió ser atendida de urgencia luego de aplicarse en sus ojos una crema para la disfunción eréctil. Según se ha dado a conocer en los medios locales, el farmacéutico habría mal interpretado la letra del médico vendiéndole un producto equivocado.

Al no entenderle la letra al médico, le vendieron crema para la disfunsión eréctil para sus ojos

Si bien el nombre de la mujer no se ha dado a conocer, la noticia ha recorrido el mundo. Ella necesitaba un medicamento para tratar su sequedad en los ojos, pero al utilizar el remedio que le dieron por error en la farmacia, notó que sus párpados se comenzaban a poner color rojos y su visión comenzaba a perderse.

Asustada por los síntomas que estaba presentando, acudió de inmediato a la guardia, allí los médicos la revisaron y detectaron el error del farmacéutico que le había vendido la crema.

Ha trascendido que el remedio recetado por el oftalmólogo a la mujer era el VitA-POS, una pomada que tiene la capacidad de proteger e hidratar la superficie ocular. Pero el hombre que la atendió en la farmacia habría leído Vitaros, una crema utilizada por hombres mayores de 18 años para tratar la disfunción eréctil.

Piden a los médicos mayor claridad en las recetas para evitar errores

La consecuencia de este error fue una leve quemadura ocular, la mujer debió ser tratada con gotas, lubricantes e inyecciones para aliviar el malestar que la crema le había provocado en su vista.

Los médicos, tras este preocupante caso que sin duda podría haber sido mucho más grave, decidieron pedirle a sus colegas que comiencen a escribir con letras mayúsculas el nombre del medicamento cuando sea requerido, ya que este error se está volviendo muy habitual.

Se estima que una de cada 20 recetas es mal interpretada por los farmacéuticos.

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