El fallecido era un hombre de 35 años con un 97% de discapacidad que estaba a cargo de su hermano mayor, de 38, toxicómano. La tutela había recaído en él después de que los padres de ambos murieran.

Los dos hermanos vivían en una finca conocida como Villa Grande, situada a las afueras de Órgiva, en la alpujarra granadina. Según informaron las fuentes municipales, no tenían relación con ninguno de sus familiares.

Alarmados por la falta de noticias

A finales de febrero los servicios sociales de la localidad se percataron de que hacía tiempo que no tenían noticias del hombre discapacitado.

Llevaban tiempo alarmados por la convivencia de este con su hermano toxicómano, ya que sospechaban que no lo estaba cuidando debidamente.

Fuentes del ayuntamiento han revelado que incluso estuvieron considerando retirarle la custodia. También quisieron aclarar que ese es un procedimiento es muy largo y que desgraciadamente no han podido llegar a tiempo.

Alarmados por esa preocupante falta de noticias, avisaron al juzgado desde el municipio. Después, avisaron a la Guardia Civil, a quienes dieron un plazo de dos días para encontrar al menor de los hermanos.

Desde la benemérita declararon que en realidad la búsqueda se focalizó en el hermano mayor, ya que el otro tenía una gran discapacidad que le impedía moverse sin ayuda de quien había sido su único cuidador desde la muerte de sus padres.

El acusado terminó confesando

La Guardia Civil se personó en la finca familiar y vieron que no había nadie. Entonces desplegaron un dispositivo de búsqueda y encontraron al hermano mayor en un hostal de Motril, en el que llevaba varios días.

El hombre, en primer momento, no confesó su crimen y afirmó que su hermano menor estaba en Soria, al cuidado de un tío.

Los investigadores no tardaron mucho en averiguar que el tío al que se refería el ahora detenido había fallecido hace 16 años, en 2003.

Finalmente, el hombre se derrumbó y confesó que él mismo lo había enterrado en el monte, a pocos metros de distancia de la finca en la que ambos convivían.

Fuentes de la benemérita contaron que después de desenterrar al fallecido el cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Granada. La autopsia desveló que había fallecido por desnutrición durante los últimos días de febrero.

No presentaba signos de violencia física.

La principal hipótesis que manejan los agentes es la de que el hermano mayor no comunicó la muerte del hombre discapacitado era seguir cobrando la pensión que le correspondía al fallecido por su condición y ocultar su evidente falta de cuidados.

El acusado ha ingresado a prisión provisional, comunicada y sin fianza, por decisión del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Órgiva. También se le investigará por un delito de homicidio en comisión por omisión.

Según el artículo número 138 del código penal, se enfrenta a una posible pena de entre 10 a 15 años de prisión.

 

 

 

 

 

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