Las cámaras web de livestreaming, de la página explore.org, ubicadas a lo largo del río Brooks, Parque Nacional Katmai, capturaron una pelea violenta entre dos grandes osos pardos la semana pasada. El choque subraya la competitividad y la dureza del mundo de los osos.

“Esta fue una pelea particularmente intensa, una que rara vez vemos”, destacó el ecologista Mike Fitz, un ex guardabosques del parque nacional Katmai que ahora informa sobre la actividad de los osos en explore.org.

En esta pelea, el oso dominante 747 luchó con el oso 68, un oso macho adulto grande. Cada oso deseada un lugar de pesca principal, sin embargo, parece que solo había espacio para un oso.

Por lo general, los osos evitan altercados físicos, dado que suelen evitar las lesiones. Más aun, es importante señalar, que los grandes mamíferos utilizan posturas y vocalizaciones imponentes para resolver una disputa y ejercer el dominio sobre otro oso, sin la pelea.

“Como vimos, sin embargo, no todos los conflictos entre osos se pueden resolver de esa manera”, puntualizó Fitz. Al tiempo que detalló lo siguiente: “Con ninguno de los osos dispuestos a dar marcha atrás, algo tenía que pasar”.

“Un entorno duro y competitivo con recursos limitados”

En la pelea, que duró aproximadamente un minuto, el oso 68 finalmente retiene al oso 747 en el agua. El oso 747, con marcas de garras frescas y una boca sangrante, cede al oso 68, el vencedor.

Este fue un caso poco común donde los osos no podían resolver su disputa sin luchar, explicó Fitz.

También señaló que para él, “destaca que viven en un entorno duro y competitivo con recursos limitados. El movimiento de 68 para luchar. 747 fue audaz y arriesgado”.

El mundo de los osos es notoriamente despiadado. Los cachorros solo tienen alrededor de una posibilidad entre tres de sobrevivir hasta la edad adulta. Además, son asesinados por otros osos, y los machos dominantes, por razones solo especuladas, “buscan y matan cachorros jóvenes”.

Después de la pelea, Fitz observó que el oso 747 eventualmente regresó a la cascada para reanudar la pesca, como si no hubiera ocurrido nada violento.

Estos osos pueden absorber el castigo físico. Pero es poco probable que el oso 747 vuelva a pescar cerca del oso 68, o que desafíe al oso 68 por un lugar de pesca principal.

Desde que 68 derrotó a 747, estableció su dominio y probablemente no enfrentará un desafío significativo de 747 nuevamente en el futuro cercano o quizás nunca, aseveró Fitz.

Oso 747 en septiembre de 2018/ FOTO: NPS / B. MOSBROOK

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here