El peronista, Alberto Fernández, candidato favorito para la Casa Rosada, presentó este lunes un plan de gobierno para combatir el hambre en el país suramericano en el que la pobreza alcanzó el 35,4 %, de cara a las elecciones presidenciales del próximo 27 de octubre.
“No es posible que en el país del trigo, el país de las vacas, (el precio) el pan y la leche no paren de subir y falten en la mesa de los argentinos. Lo primero que hay que ‘reperfilar’ son los precios de la canasta de alimentos, para que todos tengan acceso a ella”, expresó Fernández desde los jardines de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires.
Tenemos que tener vergüenza. Decimos ser el país que produce alimentos para 400 millones de personas y no podemos alimentar a 15 millones de personas que están en situación de pobreza.
Fernández, quien ganó con amplia ventaja las elecciones primarias PASO del pasado mes de agosto, también propuso durante su discurso unir al Estado, las empresas y las organizaciones populares en un Consejo federal, con el fin de bajar los precios de la canasta básica, aplicar una política alimentaria en el país e implementar tarjetas de ayuda para sectores vulnerables.
Este programa, ha afirmado Fernández, se llamará “Argentina contra el hambre” y será puesto en marcha en caso de resultar electo. El mismo, igualmente, será acompañado por la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), empresa que ha afirmado que el sector alimenticio colaborará con el 1 % de su producción.
Argentina actualmente se encuentra en una fuerte crisis económica, la más grave de la región después de la de Venezuela y que ha dejado una galopante inflación que se prevé alcanzará el 55 % para finales de año.
En este sentido, la canasta básica de alimentación está valorada en la nación suramericana en 14.000 pesos; es decir 235 dólares estadounidenses. Esto representa un aumento del 54 % con respecto a datos de agosto del año 2018.
El salario mínimo vigente de Argentina actualmente es de 12.500 pesos mensuales.
Por otra parte, la pobreza en Argentina pasó del 32,0 % al 35,4 % entre el segundo semestre de 2018 y el primero del año en curso, el nivel más alto desde el colapso de la economía argentina en el año 2001. Tan solo en el Gran Buenos Aires, los índices de pobreza superan el 34,8 %, de acuerdo al Instituto de estadísticas, Indec.
Por su parte, las tasas de indigencia, que representan a la población que no puede satisfacer ninguna de sus necesidades, aumentaron al 7,7 % luego de haber estado en el 6,7 % para finales de 2018.