Ocho personas miembro de una comitiva presidencial murieron en la provincia oriental de Maniema, en la República Democrática del Congo (RDC) luego de que se estrellara un avión militar de carga el pasado jueves, ha confirmado la Autoridad de la Aviación Civil.
Los restos del avión, un Antonov 72, fueron hallados hoy viernes, 11 de octubre, en la mencionada región, lugar en el que primero se confirmó el fallecimiento de cuatro miembros de la tripulación, dos militares y dos funcionarios encargados de la logística del viaje presidencial.
Hasta el momento no se han hallado los restos de los pasajeros, detalla el asesor presidencial Vidiye Tshimanga, quien apunta que la causa del siniestro podría ser un accidente, a pesar de que todavía no hay información concreta sobre el porqué del hecho.
El director adjunto de prensa presidencial, Giscard Kusema, por su parte, ha declarado que, efectivamente, podría tratarse de un accidente causado por turbulencias meteorológicas.
“Lo que sabemos es que el avión despegó cuando las condiciones meteorológicas en la zona eran espantosas. Transportaba parte del material rodante del presidente [Felix Tshisekedi], escoltado por tres militares de la Guardia republicana y el conductor asignado a uno de los vehículos blindados”, agregó Kusema.
De acuerdo a una fuente cercana al Ministerio de Defensa, los operativos de búsqueda están actualmente centrados en la búsqueda de la caja negra de la aeronave, objeto que registra la actividad de los instrumentos de vuelo y las conversaciones de los tripulantes.
El avión oficial se estaba dirigiendo a la capital congolesa de Kinshasa desde Goma, un trayecto que abarca unos 2.500 kilómetros desde la punta oriental hasta el occidente del país africano. Fue una hora después del despegue (11:32 GMT) cuando la aeronave desapareció del radar, de acuerdo a información de la autoridad civil.
En este sentido, una fuente de la Dirección de Vías Aéreas del Congo informó que el despegue del avión presidencial se había retrasado en un primer momento debido al “mal tiempo”. No obstante, las autoridades militares habrían aprobado el vuelo a pesar de las advertencias y a las “condiciones imposibles para volar”.
El presidente de la República Democrática del Congo, Felix Tshisekedi, había viajado el pasado martes hacia el noreste del país para visitar las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur, con el fin de acompañar a las víctimas de la violencia por parte de grupos armados, así como a los enfermos por el mayor brote de ébola en la historia de la nación.
Según medios locales, ciudadanos partidarios a Tshisekedi habrían tomado las calles de Kinshasa bajo la creencia de que el accidente aéreo se trataba de un fallido golpe de estado. Hasta el momento no hay información que sustente esta hipótesis.