El sábado 18 de julio de 1936 el General Franco se sublevó contra la Segunda República y abrió una herida en España que aún no se ha cerrado.

Cuando los españoles nos ponemos de acuerdo echamos a Napoleón. En caso contrario, nos liamos a garrotazos. Así lo vio Francisco de Goya en su célebra pintura de los dos colosos. Una España contenciosa y divida que ni tres guerras civiles (guerras carlistas) resolvió.

La primera herida ¿Alzamiento o Golpe?

Tres Generales pensaron en 1936 que la España de la época no iba bien y decidieron ponerle solución. Dos de ellos, Mola y Sanjurjo, murieron en los prolegómenos, y el tercero, el Comandante General Francisco Franco Bahamontes, destinado en la Capitanía General de Canarias, continuó con el plan trazado.

 

Herida abierta en España el 18 de julio de 1936

Franco se sublevó contra la Segunda República en lo que para unos fue un Alzamiento Nacional y para otros un Golpe de Estado en toda regla. En la mañana del 19 de julio a bordo del Dragonrapid aterrizó en Tetuán para ponerse al mando del Ejercito regular en África. La guerra había empezado.

 

Herida abierta en España el 18 de julio de 1936

 

Franco era ya por entonces un General de prestigio, laureado por sus campañas en el norte de África. Sin embargo, las autoridades desconfiaban de sus intenciones, por lo que le destinaron a Canarias, lo más lejos posible de los centros de decisión. De poco les sirvió.

Tras tres años de fratricida contienda, España quedó dividida durante 40 años, una herida que ni siquiera pudo cicatrizar la declaración del Estado constitucional en 1978.

La Guerra Civil no es la única herida

40 años después de disfrutar de derechos y libertades públicas, los españoles seguimos a garrotazos, como los colosos de Goya, echándonos en cara los mantras “el rojo ese” o “el facha ese”, que aún tienen rédito en las urnas.

Se han hecho muchos esfuerzos en España para borrar la huella franquista, suprimiendo símbolos, estatuas, nombres de calles. En los institutos apenas se hace referencia al período 1936-1975, como un salto en la historia.

Si hoy preguntamos a un joven español sobre la Guerra Civil o quién era Franco, se encogerá de hombros. Y, sin embargo, los políticos siempre sacan el tema a la calle como si fuera un paso de Semana Santa. Muchos voluntades y votos están en juego, como la reciente polémica sobre los restos mortales del viejo Dictador y el futuro del Valle de los Caídos.

 

El Valle de los Caídos es otra herida que no se cierra

Por supuesto, hoy día apenas se hace mención al 18 de julio, ni mucho menos se hacen celebraciones como antaño, salvo en privado. Bastaría que alguien lo mencionara para que el resto indignados le señalaran con el dedo y repitieran el mantra: “¡ese es un facha!”.

¿Cuántos demócratas conocen la guerras médicas? Los atenienses lucharon durante años contra el poder sátrapa de los persas ¿Quién lo celebra?

Otro célebre mantra dice que los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla. Eso es lo que nos ocurre a los españoles. En el siglo XIX estábamos dividos entre Austrias o Borbones, Liberales o Moderados. En el siglo XX entre un guirigay republicano o fascistas, y en el siglo XXI aún seguimos que si rojos o fachas, y es que España todavía no ha hecho la Revolución francesa. Ni siquiera hemos cerrado la herida de las guerras carlistas del siglo XIX.

La herida de las guerras carlistas siguen abiertas en el siglo XXI

Definitivamente, para ponernos de acuerdo necesitamos a Napoleón.

 

Fuente: El Mundo

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