Cuando nuestro cuerpo necesita actividad sexual también no los comunica. Eso nos puede afectar tanto en lo físico como en lo emocional, sí como lo lees, eso sucede porque tener sexo tiene muchos beneficios para nuestra salud; se liberan hormonas que promueven el buen funcionamiento del sistema endocrino y, eso queridos lectores, se propaga al resto del organismo y nos genera mucho bienestar. Por esa razón, hoy te contamos sobre las 4 señales que envía tu cuerpo cuando te hace falta tener relaciones sexuales.
1. Piel sin brillo
¿Te has dado cuenta que últimamente tu piel no tiene ese brillo de antes o que ya no se ve tan lozana? Señores es es falta de sexo. Cuando una persona tiene relaciones sexuales con frecuencia, los poros de su piel se abren, las impurezas salen por completo y, a su vez, estimula la circulación sanguínea. Así que si quieren tener un cutis de porcelana deben tener sexo.
2. Insomnio más dolor físico
Eso te pasa porque cuando tú tienes relaciones sexuales segregas oxitócica, una hormona que te produce el sueño placentero. Lo peor de todo esto, es que el no poder dormir bien genera dolor muscular o de cabeza y, en el peor de los casos, migraña.
Matthew Walter, profesor de sicología de la Universidad de Berkeley, dice que una noche sin dormir reduce la capacidad de asimilar conocimientos casi 40%, ya que el sueño ayuda a limpiar la memoria a corto plazo y deja espacio libre para más información.
3. Mal humor
Muchos estudios han confirmado que mientras más relaciones sexuales tengan una persona, se sentirá más feliz. Por ende, mientras menos coito exista, más será el estrés y el mal humor.
Sara Sandberg-Thoma, investigadora de Ohio State University, explica que una vida carente de sexo ocasiona deterioro mental, emocional, incluso puede acarrear depresión o hasta ideas suicidas.
Sin embargo, no se trata de recurrir al sexo casual si se esta soltero, en estos casos, puedes hacer ejercicio físico eso causa el mismo efecto de bienestar.
4. Baja autoestima
Se ha asociado la baja actividad sexual con la autoestima. Es más, algunos investigadores aseveran que con una vida de abstinencia, las mujeres sufren de insatisfacción por sus cuerpos, se sienten mal con su apariencia por no contar con una pareja que las desee, con quien compartir su intimidad, por lo que su ánimo decae.
