Una de las cosas más geniales y fascinantes de la cocina es que te permite experimentar y hasta probar recetas milenarias de lugares tan alejados como India, China, Japón, Rusia y Turquía.

Y, por supuesto, gracias al Internet ahora tenemos acceso a tantas recetas del mundo que no intentar preparar alguna sería un crimen.

Por eso, en esta oportunidad, te traemos una deliciosa receta de un típico y excelente plato árabe, consumido en países como El Líbano, Egipto, Siria y Palestina. ¡El faláfel!

El faláfel es una croqueta de garbanzos o habas que en los últimos años ha tomado relevancia en occidente gracias a restaurantes especializados en comida del Medio Oriente y vegetariana. Asimismo, gracias al reclamo de las tradiciones y platos palestinos, delicias como el faláfel se hacen indispensables en la cocina mundial como forma de respeto y celebración de la cultura palestina y árabe en general.

El faláfel tradicionalmente se sirve en salsa de yogur o de tahina, en pan de pita o como entrada.

Para preparar el faláfel necesitarás:
  • Medio kilo de garbanzos o de habas secas peladas (dejar en remojo la noche anterior)
  • 2/3 cebollas picadas
  • 1/2 taza de perejil fresco
  • 1/2 taza de cilantro fresco
  • 3 dientes de ajo, picados
  • 2 cucharaditas de comino molido
  • 1 taza pan rallado o de harina
  • 1 cucharada de bicarbonato (aconsejado) o levadura en polvo
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 pizca de pimienta negra
  • 1/2 cucharadita de cayena molida (opcional)
  • Aceite de girasol para freír
Modo de preparación:

Lava con agua y escurre los garbanzos o habas dejados en remojo la noche anterior.

Tritura los garbanzos sin cocer o habas con la batidora o picadora junto con las cebollas, los ajos, el perejil, el cilantro fresco y una taza de agua. Mezcla hasta conseguir una textura espesa.

Añade la sal, el comino molido, la pimienta negra, la cayena (opcional), el bicarbonato y mezcla un poco. Luego, dejarás reposar la mezcla por unos 30 minutos.

Forma con la mezcla pequeñas bolas o hamburguesas en miniatura, del tamaño de una pelota de ping pong. Aplástalas un poco. De quedar suelta la mezcla, añada un poco de pan rallado o harina de trigo con el fin de poder formar las bolas.

Fríe las bolitas en abundante aceite de girasol a fuego medio o fuerte hasta que queden doradas (unos 5 o 7 minutos) y sirva caliente.

Esta receta alcanza para unas 4 personas, así que no olvides compartir con tus familiares y amigos. ¡No hay nada mejor que comer en compañía!

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