El Departamento de Defensa de los Estados Unidos desplegará a 5.200 militares en la frontera sur con México con el fin de detener la caravana de migrantes centroamericanos que inició a principios de este mes.
Al respecto, el presidente Donald Trump dijo que la «invasión» de los migrantes encontraría al ejército estadounidense esperándolos.
De acuerdo al general Terrence O’Shaughnessy, la operación llamada Faithful Patriot se centraría en Texas, Arizona y California y que un grupo de 800 soldados ya se dirige a Texas para cumplir con el mandato del presidente Trump.
Debido a una solicitud previa del mandatario norteamericano, ya hay una cantidad de 2.100 militares desplegados en la frontera desde Abril del año en curso.
De acuerdo a expertos, la movida del presidente republicano responde a intereses de la campaña para las elecciones de Medio Término del próximo 6 de Noviembre, en las que se elegirán 35 de los 100 puestos para el Senado, así como el Congreso en su totalidad.
Ambos lados de la división política de los Estados Unidos han sido acusados de utilizar a los migrantes para obtener ganancias electorales solo una semana antes de que los estadounidenses acudan a las urnas.
El general O’Shaughnessy afirmó que las tropas se desplegarían con armas, helicópteros, aviones y barreras de kilómetros de alambre, para apoyar a los agentes de la patrulla fronteriza.
Al respecto, el comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), Kevin McAleenan, aseveró que no permitirán que un grupo grande entre a los Estados Unidos de manera ilegal e insegura.
No obstante, la cantidad de soldados a ser desplegados sorprende a muchos, pues en la caravana migrante viajan apenas unas 3.500 personas de distintas naciones de Centroamérica.
De acuerdo al Wall Street Journal, el despliegue militar total en la frontera con México superará la cantidad de soldados en misión en países como Siria e Irak.
¿Por qué la urgencia?
Después de una semana en la que las armas y las bombas dominaron los titulares, Donald Trump busca volver a centrar la atención en los migrantes.
Sus números pueden estar disminuyendo gracias a una oferta de asilo mexicano y la duración del viaje, pero el presidente está sonando la alarma.
El despliegue de 5.000 soldados a la frontera probablemente tendrá un impacto poco tangible, dado que los migrantes planean presentar solicitudes legales de asilo debido a la imperante violencia por el narcotráfico en sus países de origen.
La urgencia también es cuestionable, dado que podrían pasar meses antes de que lleguen a la frontera.
Lo que representa el anuncio, sin embargo, es claro. El presidente Trump busca pintar a los refugiados como una amenaza nacional que solo él está dispuesto a contrarrestar.
Por el momento, la inmigración no está entre las principales preocupaciones de los votantes estadounidenses. Sin embargo, el presidente Trump está trabajando en una ventaja política en los últimos 8 días que le quedan.
El presidente Trump no es el primer mandatario estadounidense que envía tropas a la frontera con México.
Barack Obama envió a unos 1.200 soldados de la Guardia Nacional para vigilar la frontera, mientras que el expresidente George W. Bush desplegó alrededor de 6.000 soldados para ayudar a la Patrulla Fronteriza en lo que se llamó la Operación Jump Start.
Ambos despliegues duraron alrededor de un año.