Este viernes, 20 de diciembre, los legisladores de la Cámara Alta del Congreso de los Estados Unidos iniciaron sus vacaciones navideñas sin haber logrado antes un acuerdo para la votación del juicio político que enfrenta el presidente Donald Trump.
De continuar los desacuerdos en el Senado, el cual es de mayoría republicana, es decir, del partido del mandatario, entonces la votación podría coincidir con el discurso anual del Estado de la Unión del próximo 4 de febrero de 2020 en la Cámara de Representantes.
No obstante, la decisión final está pautada para enero y se espera que sea entonces que se conozca el futuro de la presidencia del también empresario.
No obstante, la Cámara Baja aún no envía los cargos para la deliberación en el Senado, pues de acuerdo a la presidenta de los Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, todavía es necesario escuchar los testimonios de varias autoridades, como el jefe del Gabinete, Mick Mulvaney, y el ex Consejero de Seguridad, John Bolton.
El presidente del Senado, el republicano Mitch McConnel, sin embargo, ya ha descartado esa posibilidad y su partido, de hecho, acusa a los diputados demócratas de querer alargar el proceso del juicio político por falta de pruebas, reseña el diario español El País.
Por su parte, el demócrata Adam Schiff, quien funge como presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, aseguró que tiene más importancia poder acceder a la documentación no disponible que escuchar nuevos testimonios.
“Los pocos mensajes que recibimos fueron notablemente incriminatorios. Uno puede imaginar que si esto es lo que muestra la pequeña muestra de documentos que tenemos, cuán condenatorios pueden ser muchos de los otros documentos que la Administración se niega a entregar”, dijo Schiff a The Washington Post.
La administración de Donald Trump se negó a entregar 71 documentos sobre su caso, al tiempo que impidió la declaración de 12 testigos, por esta razón también enfrenta el cargo de Obstrucción al Congreso.
En cuanto al cargo de abuso de poder, el presidente fue acusado meses atrás por un denunciante anónimo de haber presionado a su homólogo ucraniano Volodímir Zelenski para que iniciara una investigación por presunta corrupción contra el demócrata Joe Biden y su hijo Hunter.
La presunta presión del republicano contra Zelenski incluía la retención de unos recursos militares para la defensa de Ucrania contra Rusia.
Biden, quien fue el vicepresidente de Barack Obama, se proyecta como el principal contrincante de Trump para las presidenciales de 2020.
