Era el último proceso de apelación al que tenía derecho.

Ha sido considerable culpable de seis cargos por un tribunal de Fort Lauderdale, en Miami.

El jurado ha ratificado las condenas previas, que le consideraban uno de los dos responsables del asesinato de Sharon Anderson, Marie Rogers y Casimir Sucharsk, dueño de un club nocturno; en 1994.

Dennis Bailey, juez encargado del caso, tendrá que dictar sentencia contra Pablo Ibar, para el que la Fiscalía pidió, una vez más, la pena de muerte.

El ADN, un elemento clave

El ADN ha sido una de las claves para sentenciar a Pablo, ya que se encontraron restos en la camiseta con la que uno de los dos asesinos se limpia el rostro. Esto se puede ver en las imágenes que fueron grabadas por la cámara de seguridad, aunque estas están algo granuladas.

Durante el juicio, que fue celebrado este pasado sábado, el jurado escuchó la transcripción del testimonio de Huma Nasir, técnica del laboratorio que utilizó la fiscalía. En esta declaración, Nasir dijo que cuando se recibió esta camiseta, la bolsa donde estaba tenía suelta la cinta adhesiva que la cerraba.

Según este testimonio, el laboratorio analizó cuatro partes de la camiseta y solo una contenía una mínima traza de ADN que coincidía con el del acusado.

En el turno de defensa, estuvo presente la experta y señaló que, ya que la bolsa que contenía la camiseta estaba abierta, se puede llegar a sospechar de una posible contaminación de la prenda.

La defensa siempre ha rechazado que esta prueba tenga un valor incriminatorio.

El jurado rechazó escuchar la transcripción hecha por un experto en ADN que había presentado la defensa. Ahí explicaba que, dependiendo de cómo se utilice el nuevo programa utilizado por la Fiscalía para determinar la culpabilidad de Pablo, los análisis de una misma traza de ADN pueden arrojar distintos resultados.

Su padre escuchó destrozado la sentencia

El padre de Ibar estuvo presente durante todo el juicio y no pudo evitar cubrir su cara con las manos cuando escuchó la sentencia, que volvía a declarar culpable a su hijo.

El próximo 4 de febrero habrá una audiencia en la que la defensa pedirá una sentencia de cadena perpetua, en lugar de la pena de muerte que solicita la Fiscalía.

El 25 de febrero se dictará la condena definitiva. Si el juez reimpone la pena de muerte, el español volverá al corredor de la muerte, a esperar el momento de su ejecución, que podría llegar a tardar años.

Si el magistrado impone otra pena, lo más probable es que le envíen a una cárcel común, como en la que está ahora.

 

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here