El negociador británico del Brexit, Stephen Barclay, reiteró la promesa de llegar a un acuerdo para que Gran Bretaña abandone la Unión Europea sin el llamado respaldo irlandés, diciendo que su gobierno necesita un acuerdo que el parlamento aprobaría.
Barclay también insistió en que su país estaba comprometido a irse con un acuerdo porque hacerlo sin uno sería perjudicial.
Los equipos se están reuniendo nuevamente esta semana porque ambas partes reconocen que es de interés para asegurar un acuerdo. Así que en eso estamos trabajando, pero tiene que ser un acuerdo sin el respaldo, dijo Barclay.
Barnier de la UE dice que es difícil ver la solución al Brexit
Por su parte, el negociador del Brexit de la Unión Europea señaló este lunes que era difícil ver una manera de romper el estancamiento del Brexit ya que la demanda del primer ministro británico Boris Johnson de abandonar una póliza de seguro para la frontera irlandesa era inaceptable.
Las esperanzas de un acuerdo para facilitar la transición se avivaron cuando Johnson dijo que estaba surgiendo la forma de un acuerdo y el presidente de la Comisión Europea, Juncker, dijo que era posible un acuerdo.
No obstante, Michel Barnier, negociador de la Unión Europea, puso en duda la probabilidad de un acuerdo y reafirmó que el bloque no podía aceptar la demanda de Londres de eliminar el “respaldo” irlandés, una política para evitar el regreso de los controles fronterizos en la isla de Irlanda, sin una alternativa.
“Estoy seguro de que entienden que esto es inaceptable”, expresó Barnier durante una conferencia de prensa en Berlín junto al ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Maas.
Según el pensamiento actual del Reino Unido, es difícil ver cómo podemos llegar a una solución legalmente operativa que cumpla con todos los objetivos del sistema de respaldo. Está en una fase muy sensible y difícil, agregó Barnier.
Johnson ha prometido sacar a Gran Bretaña de la Unión Europea en la fecha límite actual del 31 de octubre, con o sin un acuerdo de transición. Por otro lado, la Corte Suprema del Reino Unido dictaminará el martes si la decisión de Johnson de suspender el parlamento el 28 de agosto fue ilegal.