La justicia militar de Brasil ha condenado a 42 oficiales de policía con penas de prisión de cinco a 83 años por colaborar con el Primer Comando de la Capital (PCC), organización criminal considerada como la más poderosa de todo el país suramericano, a cambio de sobornos.
Por este caso, la Fiscalía brasileña presentó cargos en contra de 53 agentes, quienes fueron detenidos en un solo operativo en diciembre del año pasado. Sin embargo, el juez del Tribunal de Justicia Militar sentenció solo a 42 de ellos tras hallarlos culpables de delitos de asociación ilícita, asociación al tráfico de drogas, corrupción pasiva y falsedad ideológica.
Debido a la magnitud del caso, el juicio se prolongó por casi 10 meses, tiempo en el que el magistrado Ronaldo Joao Roth escuchó a 151 personas conectadas a la red de corrupción.
De acuerdo a las investigaciones, los acusados recibían sobornos para nos detener a traficantes del Primer Comando de la Capital, tal y como habría informado un denunciante anónimo que detalló que durante un operativo llevado a cabo por miembros de la policía militarizada, los funcionarios exigieron un pago a un presunto narcotraficante con el fin de evitar su prisión in fraganti.
Por este crimen, culpabilizaron a un adolescente.
Tras la denuncia se determinó que el incidente en el operativo no constituía un caso aislado, sino que, de hecho, alcanzaba a diferentes integrantes de la institución quienes, según el Ministerio Público, eran miembros del 22 batallón de la Policía Militarizada de Sao Paulo en su totalidad.
Las investigaciones también determinaron que, además de recibir sobornos, los oficiales involucrados en el caso facilitaban la labor a los criminales del PCC al informarles sobre los operativos que se realizarían, así como modificándoles documentos públicos a favor de sus intereses.
Por esta colaboración, los agentes pedían pagos periódicos, cuyo valor iba desde los 70 dólares estadounidenses hasta los 12.100, dependiendo del grado militar que tenían en la institución.
El Primer Comando de la Capital (PCC) es un grupo criminal surgido en la década de los años 90 en las cárceles de Sao Paulo. Actualmente es conocido como la mayor facción criminal del país suramericano y en los últimos años ha extendido sus redes de narcotráfico a lo largo de Brasil.
El grupo de criminales está presuntamente comandado por Marcos Willians Herbas, alias Marcola, quien actualmente cumple una condena de 234 años de prisión en una cárcel de máxima seguridad.
Marcola es considerado como uno de los más grandes narcotraficantes de Brasil y toda Latinoamérica.