Los investigadores dicen que han encontrado una forma más precisa de calcular la edad de un perro, pero no es tan simple como multiplicar la edad de tu perro por siete, sin embargo, según es más certera.
En un nuevo estudio publicado el 4 de noviembre, los científicos describieron sus hallazgos después de comparar los “cambios epigenéticos comunes”, o cambios evolutivos, en humanos y perros midiendo la acumulación de grupos metilo en las moléculas de ADN a lo largo del tiempo.
Este proceso de agregar grupos metilo al ADN se llama metilación, y se dice que está relacionado con el desarrollo y el crecimiento biológicos.
“La comparación con los metilomas humanos revela una relación no lineal que traduce los años del perro al humano, alinea el momento de los principales hitos fisiológicos entre las dos especies y se extiende a los ratones”, se detalla en el estudio.
Asimismo dice que “estos resultados establecen la metilación no solo como una lectura diagnóstica de la edad sino como un traductor entre especies de los hitos del envejecimiento fisiológico”.
En el transcurso del estudio, los investigadores observaron a 104 perros perdigueros de Labrador que tenían 16 años de edad, y trataron de hacer coincidir sus perfiles de metilación con los de 320 humanos y 133 ratones.
Sus resultados crearon esta fórmula, que creen que es la forma más precisa de encontrar la edad de un perro: Edad humana = 16 ln (edad del perro) + 31.
La fórmula esencialmente te pide que tomes el registro natural de la edad de tu perro en años humanos, luego lo multiplique por 16 antes de agregar 31. Su resultado debería generar la edad real de su perro.
Por ejemplo: si un perro tiene 3 años, el registro natural de 3 es 1.0986 (los decimales continúan). Después de multiplicar ese número por 16 y sumar 31, uno encontrará que el perro tiene 48 años y medio comparable a los humanos.
La buena noticia es, que si no eres bueno en matemáticas hay una herramienta de conversión disponible para aquellos que desean omitir la fórmula. A
Si bien la nueva fórmula es prometedora, los investigadores enfatizan que debido a que solo observaron a los perros perdigueros de Labrador, puede que no sea tan precisa para otras razas de perros que pueden envejecer a ritmos diferentes.