La actriz, Emilia Clarke, que para los fanáticos de todo el mundo es la Madre de dragones, Daenerys Targaryen, tuvo dos aneurismas que requirieron cirugía cerebral al comienzo de su reinado en el programa.

Hablando en el podcast de los modales en la mesa, Emilia explicó a Jessie Ware y a su madre que la condición podría haberla matado, pero no le dijo al equipo de producción qué estaba mal. Ella les dijo: “Con el primero, no podía dejarles saber lo que había sucedido hasta que supieran que no iba a morir. Así que nos llevó tres semanas decir perdón por no contestar los correos electrónicos antiguos. He estado un poco, ya sabes… ¡Estoy bien! Por cierto, todo es genial. Estoy totalmente bien. Voy a volver a trabajar, no me pasa nada. Estoy bien”.

Cuando la madre de Jessie, Lennie, le preguntó por qué sentía la necesidad de ocultarle la verdad al equipo, dijo: “Simplemente estaba, y constantemente, tan asustada de ser despedida por cualquier razón. ‘Así que yo estaba como… eso era solo yo, más que ellos. No tenía idea de cuán cuidada estaba”.

Afortunadamente, la estrella ha podido recuperarse, y aunque inicialmente luchó para contarle a la gente por temor a ser considerada “una actriz con una historia triste”, Emilia finalmente contó su historia a The New Yorker cuando lanzó una organización benéfica a la luz de su diagnóstico.

Tan pronto como lo hice, pensé wow, eso es realmente un peso real, porque me entrevistaban todo el tiempo y decían ¿qué te ha pasado en tu vida? Yo diría nada, solo he estado haciendo este programa de televisión, eso es todo. Como si no hubiera nada con lo que pueda hablar. Llegar a decirlo fue algo liberador y aterrador al mismo tiempo, agregó.

De hecho, la actriz comenzó su impactante relato para el medio expresando: “Justo cuando todos mis sueños parecían haberse hecho realidad, casi perdí la cabeza y luego mi vida. Nunca he contado esta historia públicamente, pero ahora es el momento”.

El primer aneurisma lo sufrió en el año 2011, al acabar el rodaje de su primera temporada. Tenía tan solo 24 años de edad.

Además,  contó que manejar la presión que conllevaba la fama fue aterrador:

Estaba aterrada. Aterrorizada por la atención, por un negocio que apenas entendía, por estar a la altura de la fe que los creadores de Game of Thrones habían puesto en mí. Me sentí, en todos los sentidos, expuesta.

En el primer episodio aparecí desnuda y, desde la primera rueda de prensa siempre me hacían la misma pregunta: ‘Interpretas a una mujer fuerte y, sin embargo, te quitas la ropa. ¿Por qué?’. En mi cabeza respondía: ‘¿Cuántos hombres necesito matar para demostrar mi valía?’.

Para lidiar con el estrés comenzó a trabajar con un entrenador personal, sin embargo, en la mañana del 11 de febrero del año 2011 comenzó a sentir un fuerte dolor de cabeza:

Sentía como si una banda elástica estuviera estrujando mi cerebro. Intenté ignorar el dolor, pero no pude. Le dije a mi entrenador que necesitaba un descanso. Casi arrastrándome, llegué al vestuario. Llegué al baño, caí de rodillas y me puse a vomitar violentamente. Mientras, el dolor se volvía peor. De alguna manera sabía lo que estaba pasando: mi cerebro estaba dañado.

Una mujer la encontró casi paralizada y llamó a una ambulancia. Acabó descubriendo que había sufrido un aneurisma cerebral. Era una hemorragia subaracnoidea, que causa la muerte de una de cada tres personas que la padecen. Necesitaba una cirugía urgentemente “si quería vivir y evitar secuelas terribles”. Se lo pensó antes de dejar que unos cirujanos la intervinieran durante 3 horas: “No sería mi última cirugía y no sería la peor”.

Daenerys Targaryen (Emilia Clarke)/ FOTO: HBO

Pasó cuatro días en cuidados intensivos. Dos semanas después, se dio cuenta de que no era capaz de recordar su propio nombre completo, Emilia Isobel Euphemia Rose Clarke.

Soy actriz, necesito recordar mis papeles. Ahora no podía ni recordar mi nombre.

En mis peores momentos, quería rendirme. Le pedí a los médicos que me dejaran morir. Mi trabajo, todos mis sueños, están centrados en el lenguaje, la comunicación. Sin eso estaba perdida.

Pasó un mes en el hospital. Al poco tiempo de salir ya tenía que hacer entrevistas con la prensa y volver al rodaje. Lo que no había revelado es que tenía un segundo aneurisma en el otro lado de su cerebro.

Tomaba morfina entre entrevistas. El dolor estaba ahí y la fatiga era como el peor agotamiento que jamás había sentido, multiplicado por un millón. La segunda fue mi peor temporada. No sabía qué estaba haciendo Daenerys. Si soy sincera, cada minuto de cada día pensaba que iba a morirme.

Luego de la tercera temporada descubrió que su segundo aneurisma había empeorado. Tuvieron que operarla en un hospital de Manhattan, pero la intervención salió mal:

Cuando me despertaron, estaba gritando de dolor. Tenía una hemorragia enorme y los médicos me dejaron claro que mis probabilidades de sobrevivir eran escasas si no me operaban de nuevo. Esta vez tenían que acceder al cerebro a través de mi cráneo. Tenían que hacerlo inmediatamente.

La recuperación fue más dura.

Había estado en una guerra más terrible que cualquiera que Daenerys hubiera vivido. Partes de mi cráneo fueron sustituidas por titanio. Pasé otro mes en el hospital, y en algunos momentos perdí toda la esperanza. Estaba convencida de que no iba a vivir.

Durante la Comic-Con de San Diego sufrió un horrible dolor de cabeza.

Creía que era el momento. Mi tiempo se acabó. He engañado a la muerte dos veces y ahora viene a por mí. Me dijeron que había un reportero de MTV esperando una entrevista. Pensé que si me iba a morir podría ser en directo en televisión. Pero sobreviví a la MTV y mucho más.

Ahora se ha recuperado y ha anunciado el lanzamiento de SameYou, una organización benéfica para ayudar a las personas que se están recuperando de problemas similares.

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