Carrie Lam, líder de Hong Kong, indicó este martes que tiene planes de comenzar sesiones de diálogo con la comunidad la próxima semana. Además, reiteró que la violencia que ha sacudido la ciudad durante tres meses de protestas debe terminar.
Lam aseguró que las sesiones de diálogo serían lo más abiertas posible y que los miembros del público podrán inscribirse para asistir.
“La sociedad de Hong Kong realmente ha acumulado muchos problemas económicos, sociales e incluso políticos profundamente arraigados, espero que estas diferentes formas de diálogo puedan proporcionarnos una plataforma para discutir”, manifestó Lam a periodistas en una sesión informativa semanal.
Asimismo, la líder quien se encuentra bajo la presión de Beijing para calmar la molestia del público que agita las protestas, detalló que los problemas incluían escasez de viviendas y tierras en una de las ciudades más densamente pobladas del mundo de 7,4 millones. Incluso, dijo que los jóvenes estaban particularmente frustrados por el alto costo de encontrar un lugar propio para vivir.
Pero tengo que enfatizar aquí, la plataforma de diálogo no significa que no tengamos que tomar medidas de aplicación decididas. Reprimir la violencia frente a nosotros sigue siendo la prioridad, aclaró.
Durante el fin de semana, 89 personas fueron arrestadas luego de que “manifestantes radicales” atacaron a dos policías el domingo por la noche, arrojando bombas de gasolina y ladrillos, informó la policía.
Aproximadamente 1.500 personas han sido arrestadas desde que las protestas se intensificaron en junio.
Actualmente las demandas de los manifestantes se han ampliado
La antigua colonia británica ha estado revolucionada por casi cuatro meses de protestas a veces violentas. La situación se generó tras un proyecto de ley de extradición, ahora retirado, que habría permitido que se enviara gente de Hong Kong a China continental para ser juzgada.
Sin embargo, actualmente las demandas de los manifestantes se han ampliado para incluir el sufragio universal y una investigación independiente sobre sus denuncias de fuerza excesiva por parte de la policía. Más aun, han destacado que era demasiado tarde y las protestas han continuado.
Hong Kong regresó a China en el año 1997 bajo una fórmula de “un país, dos sistemas” que garantiza las libertades que no se disfrutan en el continente, incluido un sistema legal independiente muy apreciado.
No obstante, muchos residentes se han quejado de lo que ven como una interferencia progresiva de Beijing en los asuntos de Hong Kong a pesar de la promesa de autonomía.