Durante mucho tiempo se ha llegado al consenso de que las dietas vegetarianas son más saludables que las que dependen en gran medida de la carne. Pero es posible que solo estemos empezando a aprender cuánto más saludables pueden ser.
Una nueva investigación sugiere que si todos comiéramos una dieta vegetariana, un tercio de las muertes tempranas podrían evitarse.
Los expertos dicen que, de hecho, podemos estar subestimando los beneficios de comer alimentos de origen vegetal.
Acabamos de hacer algunos cálculos analizando la cuestión de cuánto podríamos reducir la mortalidad al cambiar hacia una dieta saludable, más basada en plantas, no necesariamente totalmente vegana, y nuestras estimaciones son aproximadamente un tercio, de ser así, podrían prevenir muertes tempranas, señaló el Dr. Walter Willett, profesor de epidemiología y nutrición en la Escuela de medicina de Harvard, durante una conferencia médica en la Ciudad del Vaticano.
“Eso ni siquiera habla de actividad física o no fumar, esas son otras muertes, no solo muertes por cáncer”, agregó al tiempo que dijo: “Eso es probablemente una subestimación, y eso no tiene en cuenta el hecho de que la obesidad es importante y controlamos la obesidad”.
Los expertos en nutrición no están sorprendidos con la investigación
Melissa Halas-Liang, dietista y portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética de California, aseveró que no está sorprendida por los resultados arrojados porque “literalmente somos lo que comemos”.
Ginger Hultin, dietista y portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética, señaló que cree “que cuando la gente escucha ‘una de cada tres muertes podría prevenirse’, es difícil creer la magnitud de esto. Pero, de hecho, hay buena evidencia sobre los beneficios para la salud de una dieta vegetariana”.
La organización de Hultin concluyó en el año 2009 que “las dietas vegetarianas planificadas adecuadamente, incluidas las dietas vegetarianas o veganas totales, son saludables, nutricionalmente adecuadas y pueden proporcionar beneficios para la salud en la prevención y el tratamiento de ciertas enfermedades”.
Específicamente, estas dietas están vinculadas a un menor riesgo de enfermedad cardíaca, presión arterial alta, obesidad, cáncer y enfermedades crónicas.
Un estudio realizado en el año 2013 financiado en parte por el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer (AICR) concluyó que los vegetarianos tenían un riesgo de casi 10% menor de desarrollar cáncer que los no vegetarianos.
Cambiar a vegetariano no es tan simple
Con todos esos beneficios potenciales, ¿No deberíamos todos hacernos vegetarianos? Pero, no es tan simple.
A menudo se recomienda que las personas que intentan controlar o prevenir afecciones crónicas, como enfermedades cardíacas o diabetes tipo 2, “reduzcan la ingesta de carne al tiempo que aumentan los alimentos vegetales”.
Sin embargo, cuando se hace por decisión se debe tener una buena planificación para que el cambio no le afecte al cuerpo.