A seis meses del inicio de las fuertes protestas prodemocracia de Hong Kong, la jefa del ejecutivo de la excolonia británica, Carrie Lam, se reunió con los líderes de la China continental y se comprometió a finalizar la crisis que atraviesa la isla en un acto que ha salvado su puesto.

Aunque la visita de Lam a Pekín era de aparente carácter rutinario, la misma era de importancia para ratificar el apoyo del gobierno central al desempeño de Lam. En este sentido, la política sostuvo encuentros por separado con el presidente chino Xi Jinping, así como con el primer ministro Li Keqiang, a quienes les presentó un balance de la situación en la ciudad financiera.

Lam explicó en una rueda de prensa en su visita oficial a Pekín que, a pesar de los problemas que se han presentado en los últimos meses en Hong Kong, la situación ha mejorado considerablemente en los últimos meses.

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Un manifestante antigubernamental sostiene un bote de gas lacrimógeno durante una protesta en Hong Kong, China, el 20 de octubre de 2019/ FOTO: REUTERS / Tyrone Siu / File Photo

Lam aseguró, de hecho, que en las últimas dos o tres semanas, la violencia se ha reducido en las jornadas de manifestaciones, a excepción del pasado domingo por la noche, cuando un grupo de enmascarados vestidos de negro (el color que identifica a las protestas) recorrieron varios centros comerciales cantando consignas.

En esta última jornada, al menos en un centro comercial hubo actos de vandalismo, así como enfrentamientos con los agendes de seguridad, que hicieron uso de gases lacrimógenos para dispersar a las multitudes.

En este sentido, Carrie Lam aseguró que tomarán las medidas necesarias para averiguar con exactitud todo lo que ha sucedido en medio año en la ciudad.

“Los debemos investigar, tenemos un comité independiente para estudiar lo que ha pasado todos estos meses. Hay que encontrar los problemas y ofrecer soluciones”, expresó.

Sin dar muchos detalles, Lam aseveró que en su encuentro con los líderes chinos se acordó restaurar el orden en Hong Kong de acuerdo a la ley del gigante asiático, de la mano con las autoridades policiales y locales.

“No puedo detallar de qué han tratado. Se han centrado en hablar de lo que ha pasado durante estos meses. Este año ha sido muy especial por las protestas y la violencia”, dijo Lam cuando la prensa pidió que explicara qué conversó con el presidente y primer ministro.

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Por su parte, el presidente de China, Xi Jinping, elogió el trabajo de Lam frente a Hong Kong y aseguró que la ejecutiva se ha mantenido firme en sus políticas y medidas. Igualmente, el mandatario ratificó su apoyo a la policía hongkonesa, la cual es acusada de brutalidad y abuso de poder en su respuesta a las manifestaciones.

Xi, de igual forma, recomendó a Lam a mantenerse en las líneas que ha dejado Pekín para hacer frente a la crisis en la excolonia: salvaguardar la seguridad y los intereses de desarrollo nacionales, preservar el principio ‘Un país, dos sistemas’, y oponerse sin fisuras a la interferencia extranjera en los asuntos de China.

Desde el mes de junio, la ciudad de Hong Kong vive una crisis social que inició en rechazo a un proyecto de ley de extradición de ponía en peligro la autonomía judicial de la ciudad y el sistema democrático que la diferencia de la China continental.

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