Si estas pensando en organizar alguna fiesta con motivo de Halloween, hoy te hemos querido traer una divertida galleta que seguramente te causará mucho miedo y ternura a la vez: unas galletas momia de calabaza.

Esta receta está formada por una masa de mantequilla simple rellena con una combinación de puré de calabaza asada y queso crema.

Para que la masa sea más sencilla de manejar es imprescindible dejarla reposar en la nevera, mínimo una hora, mejor dos o tres, o incluso toda la noche.

IMPORTATE: Los ojos de azúcar los venden en tiendas especializadas o en algunos hipermercados. Se pueden hacer caseros previamente con clara de huevo pasteurizada batida o agua mezlada con azúcar glasé hasta quedar una consistencia de pasta de dientes y chocolate fundido o rotulador comestible.

¿Qué ingredientes necesito para preparar las galletas momia de calabaza?

Esta receta es para 8 unidades.

  • 115 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
  • 100 g de azúcar.
  • 2 g de sal.
  • Esencia de vainilla.
  • 1 huevo.
  • 200 g de harina de repostería.
  • 1 g de levadura química (1 pizca).
  • 200 ml de puré de calabaza (calabaza asada, triturada y escurrida).
  • 60 g de queso crema.
  • 1 buena pizca de canela molida.
  • 1 buena pizca de Jengibre molido.
  • 1 cucharada colmada de azúcar morena.
  • 1 Yema de huevo para pintar.
  • Ojos de azúcar para decorar

¿Cómo hacer galletas momia de calabaza?

Esta receta tiene dificultad media, un tiempo total de preparación de 1 hora y 5 minutos, de elaboración de 50 minutos, de cocción de 15 minutos y de reposo de 1 hora.

Un día antes o por la mañana debe hacer la masa. Lo que vas a hacer es colocar la mantequilla blanda en un recipiente con el azúcar, y batir con batidora de varillas durante unos 4-5 minutos, hasta tener una crema homogénea. Agregas la sal, la vainilla y el huevo y bates un poco más.

Incorporas la harina tamizada con la pizca de levadura y bates a velocidad baja lo justo para mezclar todo. Terminas de combinar a mano con una espátula y envuelves en plástico film, dando forma de disco plano, para dejar en la nevera como mínimo una hora, mejor más tiempo.

Mientras tanto, preparas la calabaza si no se tiene ya listo el puré. Asas cortada en cubos o abierta por la mitad sin las semillas hasta que la carne esté muy tierna. Quitas la piel, trituras y dejas escurrir sobre un paño o estameña encima de un colador para que suelte el agua.

Bates con el queso crema, el azúcar y las especias. Tapas y reservas en la nevera. Precalentas el horno a 180 ºC y preparas una o dos bandejas.

Sacas la masa la masa, estiras sobre una superficie ligeramente enharinada o sobre dos láminas de papel antiadherente, y cortas unos 6-8 rectángulos, de unos 10 cm de largo (o al gusto). Cortas tiras de 1 cm, aproximadamente, de ancho con la masa sobrante.

Llevas los rectángulos a la bandeja de horno y cubres cada una con un poco de la crema de calabaza, dejando un poco de espacio en los bordes. Colocas las tiras de masa recortadas por encima, entrecruzándolas como si fueran momias, presionando las juntas en el borde con suavidad.

Pintas ligeramente con la yema de huevo restante batida, y, si se deseas, añades azúcar mezclado con canela. Horneas durante unos 15 minutos, o hasta que se hayan dorado. Esperas a que se enfríen unos 5 minutos fuera del horno antes de trasladarlas a una rejilla. Una vez frías, añadis los ojos.

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