Con el objetivo de evitar nuevas atmósferas de violencia  el próximo sábado 23 de marzo en las manifestaciones de los “Chalecos Amarillos”, el gobierno de Francia decidió movilizar el dispositivo Sentinelle, de carácter militar y habitualmente utilizado en la lucha antiterrorista.

Los militares de la operación Sentinelle entrarán en acción el próximo 23 de marzo, para el 19° sábado de movilización de los “Chalecos Amarillos”.

Esto se da tras las violencias del pasado sábado en los Campos Elíseos. Además, la Prefectura de policía de París anunció este viernes que los “Chalecos Amarillos”, no podrán manifestarse en los Campos Elíseos de París y en un perímetro que incluye el palacio del Elíseo y la Asamblea Nacional.

Más aun, presidente francés, Emmanuel Macron, expresó que “ante los extremistas, la única respuesta posible es la de la seguridad”.

El presidente se enfrentó el fin de semana pasado a una realidad que pensaba había cesado. Unos 10.000 manifestantes, entre ellos cerca de 1.500 ultras encapuchados, ocuparon los Campos Elíseos, saquearon e incendiaron locales, comercios y vehículos, por un valor total de 170 millones de euros, según aseguradoras.

En relación, el primer ministro, Édouard Philippe, anunció que “a partir del próximo sábado, prohibiremos las manifestaciones de los chalecos amarillos en los barrios más afectados en cuanto tengamos constancia de la presencia de ultras y de su voluntad de causar destrozos”.

Por otro lado, se anunció, también, que se elevarán las multas por participar en manifestaciones prohibidas, de 38 a 135 euros, y que se perseguirá a aquellos “que fomenten o justifiquen la violencia”.

La operación Sentinelle

Soldados de la operación Sentinelle, en la estación de trenes Montparnasse, París/ FOTO: REUTERS/Charles Platiau.

Lanzada después de los atentados de Charlie Hebdo en enero de 2015, la operación Sentinelle consiste en emplear a militares para proteger sitios religiosos, lugares particularmente expuestos al riesgo terrorista, o muy frecuentados. Están presentes de forma casi permanente en los aeropuertos y museos.

La idea para este sábado no es que el Ejército asegure el mantenimiento del orden público, sino que proteja los edificios que podrían ser blancos de los vándalos, así como “puntos fijos y estáticos”, anunció este miércoles el portavoz gubernamental Benjamin Griveaux.

El objetivo de esta medida es aliviar la tarea de los policías para que éstos puedan concentrar sus esfuerzos en las manifestaciones. Esta iniciativa permitirá a las fuerzas de seguridad “concentrarse en el mantenimiento y el restablecimiento del orden” explicó Griveaux.

“No podemos dejar a una ínfima minoría violenta dañar a nuestro país y deteriorar la imagen de Francia en el exterior. Los próximos días serán pues decisivos”, añadió el portavoz.

Sin embargo, apenas el gobierno hizo este anuncio, varios responsables políticos denunciaron una deriva del Ejecutivo, reprochándole al presidente Macron llamar al Ejército para el mantenimiento del orden.

La operación Sentinelle supone una movilización sin precedentes del Ejército en territorio nacional desde la guerra de Argelia (1954-1962).

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