El 31 de diciembre, festividad de San Silvestre, el año se despide en diferentes lugares del mundo con una carrera popular, conocida como la carrera de San Silvestre o «sansilvestre«; pero, quizás, la más popular, que incluso supera a la que se celebra en la brasileña ciudad de Sao Paolo, es la que se corre en Madrid, la capital de España.

La San Silvestre Vallecana es una auténtica fiesta.

Como cada 31 de diciembre, los madrileños despiden el año corriendo 10 kilómetros entre risas y algarabías. Es la última carrera popular que se celebra en el año, con una participación multitudinaria y que tiene su punto culminante en Vallecas, una barriada obrera popular madrileña al Sur de la capital.

Lo que empezó siendo, allá en 1964, una maratón profesional, inspirada por la que se celebra el día de Nochevieja en Sao Paulo, con el transcurso de los años se ha convertido en una colorida carrera festiva y lúdica en la que los participantes, ataviados con los más variopintos disfraces, corren con el propósito, no de llegar los primeros, sino de pasar un rato divertido riéndose con los amigos.

Desde hace ya algunos años, la carrera, que se inicia a media tarde en las inmediaciones del Estadio Santiago Bernabéu, va recorriendo cuesta abajo las más emblemáticas calles y avenidas de la ciudad, animados y jaleados por los madrileños que se congregan para verlos pasar. Llegando a la Glorieta de Atocha, tercian a la izquierda camino de la barriada. Tras pasar bajo el popular Puente de Vallecas, los participantes deben afrontar una última cuesta, esta vez empinada, sobre la que se asienta el Barrio, y con el peso de casi 10 kilómetros en sus piernas, para finalizar, ya con la noche caída, sobre la hierba del Estadio del equipo de fútbol local, el Rayo Vallecan

Aunque tradicionalmente masculina, en la carrera de este año, en la que participan más de 40.000 corredores, un 40% de ellos serán mujeres. Entre los atletas profesionales, este año se han apuntado el ugandés Jakob Kiplimo, campeón del mundo de campo a través sub20, el etíope Abadi Hadis, bronce en el pásado Mundial de Medio Maratón y el español de origen marroquí Adel Mechaal, que viene de ser octavo en el último Europeo de Cross, y, entre las mujeres, la española de origen etíope Trihas Gebre.

La San Silvestre Vallecana se gestó en el Bar Bella Luz.

La idea de una carrera popular fue sugerida por el popular periodista y locutor Pepe Domingo Castaño, en la Cadena Ser, pocos años después de su primera edición profesional en 1964, y en cuya primera edición participaron 57 corredores. Ya en su segunda edición popular, en la portada del diario deportivo Marca, el periodista deportivo José Luis Gilabert la denominó San Silvestre Vallecana.

Fue en el Bar Bella Luz, un establecimiento con solera situado en pleno barrio de Vallecas, y que abrío sus puertas en 1954, donde Antonio Sabugueiro y unos amigos idearon, en 1964, la primera carrera clásica de San Silvestre, a imagen y semejanza de la carrera internacional que se celebra en Sao Paulo, a la que bautizaron como Gran Premio de Vallecas, y que impulsó el auge de las carreras pedestres en España.

En principio de carácter masculino, con una participación femenina testimonial, representada por personalidades famosas de la época que hacían las veces de madrinas de la carrera, como las ya fallecidas Rocío Durcal o Rocío Jurado, no fue hasta 1981 cuando las mujeres empezaron a participar como corredoras junto a los hombres.

Pero, volvamos a la carrera de hoy día, y a los que esperamos con júbilo la llegada de los corredores. No todos llegan a pisar la hierba del estadio, un carro escoba, que marcha tras lo corredores, va auxiliando a los rezagados, pero lo importante en esta fiesta no es llegar, sino, siguiendo el tópico, el espíritu de participar y, sobre todo, poder exclamar al final, abrazado a los amigos: “ ¡ y lo que nos hemos divertido! ”.

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