La pena de muerte en California quedó suspendida, después que el gobernador Gavin Newsom firmara el miércoles un decreto que colocó una moratoria sobre la pena de muerte en el Golden State.
La política tiene como objetivo dar un respiro instantáneo para las 737 personas condenadas a muerte en California.
La medida cierra inmediatamente la cámara de ejecución en la prisión estatal de San Quintín y retira el protocolo de inyección letal de California. Sin embargo, no alterará ninguna condena o sentencia actual, ni dará lugar a la liberación de ningún prisionero actualmente en el corredor de la muerte.
Es importante mencionar que Newsom, integrante del Partido Demócrata que asumió el gobierno el 1° de enero, ha sido un férreo opositor a la aplicación de la pena capital.
“La pena de muerte ha sido un absoluto fracaso. Discrimina en función de color de piel o la cantidad de dinero que se tiene”, señaló en una rueda de prensa. Al tiempo que mencionó que es “ineficaz, irreversible e inmoral”, subrayó.
“Va en contra de los valores que defendemos, por eso California está poniendo fin a este sistema fallido”, puntualizó.
No obstante, las encuestas indican que los californianos están a favor de la cadena perpetua sobre la sentencia de muerte, dos propuestas para abolir la pena capital fueron rechazadas en las urnas, 2012 y 2106. De hecho, en la última se aprobó una propuesta a favor de que los procedimientos sean acelerados y más expeditos. Esa medida está siendo analizada por la Corte Suprema del estado.
“Desafiando a los votantes, el gobernador de California detendrá todas las ejecuciones con pena de muerte de 737 asesinos a sangre fría. Los amigos y familiares de las siempre olvidadas VÍCTIMAS no están encantados, ¡y yo tampoco!”, escribió en su cuenta de la red Twitter el presidente Donald Trump.
En cuatro décadas, 13 personas fueron ejecutadas en California, la última en 2006.
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“¿Tenemos el derecho de matar?”
“¿Tenemos el derecho de matar?”, se preguntó Newsom mientras insistía que la decisión no se traducía en libertad para los condenados. Insistió que esas personas no van a ser liberadas por esa medica, ellas seguirán rindiendo cuentas.
“No queremos unirnos a Arabia Saudita… Corea del Norte. No queremos ser parte de lo que está sucediendo en Irán, Irak, China, Somalia, Pakistán y Egipto”, expresó. Según Newsom, “esos son los países, estos últimos cinco, que junto a EE.UU. tienen el mayor número de ejecuciones de sus propios ciudadanos en el planeta Tierra”.
Por otro lado, contó que se reunió con familiares de las víctimas en días recientes y reconoció que estaban divididos sobre el tema.
“Ayer me reuní con alguien que dijo que se trataba de erradicar el mal, y que teníamos la responsabilidad de erradicar el mal ejecutando a los condenados a muerte”, afirmó sobre la postura de una de esas personas. Pero luego relató que “Una madre me dijo ‘no tiene ningún derecho de tomar una vida en nombre del asesinato de mi hija’”.
Según Human Rights Watch (HRW), con esta moratoria California sigue una tendencia creciente y se une así a Colorado, Oregon y Pensilvania, que impusieron prohibiciones similares, así como a otros 20 estados que ya abolieron definitivamente la pena de muerte.
Además, HRW celebró la decisión de “poner fin a la práctica cruel, costosa e injusta”.