El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha transmitido su cargo al vicepresidente ejecutivo, el general de reserva Hamilton Mourao, por un plazo de cinco días mientras se recupera de la operación a la que fue sometido este domingo, así lo confirmó en rueda de prensa el portavoz del mandatario, Otávio do Rego Barro.
De acuerdo al vocero, la transmisión del mando presidencial tiene una duración “técnica” de cinco días, iniciando este domingo, y que el general Mourao la volverá a asumir de ser necesario, tras haber transcurrido el tiempo, el próximo jueves.
“Por norma legal el presidente le transmitió el poder al vicepresidente. La previsión es que lo ejerza interinamente por cinco días a partir del domingo. Los cinco días son un plazo técnico y no el de recuperación. Después de ese período se evaluará (si Bolsonaro retoma sus funciones), pero la decisión es técnica (de los médicos)”, explicó Do Rego Barro.
El presidente ultraderechista, fue operado “con éxito” este domingo del abdomen con el fin de corregir una hernia de incisión de siete centímetros de diámetro que le surgió en la zona por el debilitamiento muscular sufrido tras otras tres operaciones realizadas con motivo del ataque que sufrió el año pasado durante un mitin electoral.
A pesar de que el tratamiento quirúrgico era considerado de complejidad media, la cirugía se demoró casi el doble de lo previsto; es decir, unas cinco horas en total.
No obstante, de acuerdo al médico cirujano, Antonio Macedo, quien fue el responsable de la operación, no hubo complicaciones en el quirófano a pesar del tiempo adicional que tomó.
“Podemos prever dos horas y demorar cuatro. Eso es normal. Lo importante es no correr y que todo quede bien hecho. Normalmente una cirugía de corrección de hernia no dura tanto pero no esperábamos que estuviera tan adherida al tejido abdominal”, explicó Macedo.
Igualmente, Macedo aseguró que Bolsonaro será evaluado diariamente por su equipo médico y que, por ahora, no se prevé la necesidad de realizar nuevos exámenes de imagen.
Macedo además informó que el mandatario iniciará una dieta líquida el lunes y que inicialmente tendrá visitas restringidas, así como sus actividades.
“En relación a las visitas, intentaremos evitar que el presidente ejerza actividades normalmente como lo hace en Brasilia, porque los médicos indican que hay una necesidad de recuperación. No hay una prohibición de visitas, pero, por recomendación de los médicos, entendemos que tienen que ser evitadas”, explicó el portavoz presidencial.
La estructura del hospital es excepcional y podemos instalarle un despacho normal pero las restricciones médicas limitan las funciones del presidente y reducen el número de despachos que puede tener.
Bolsonaro fue ingresado al centro médico de Sao Paulo donde fue operado el sábado en la noche. Durante su traslado, fue acompañado por su esposa, Michelle Bolsonaro, así como por sus hijos mayores: el senador Flavio Bolsonaro, el diputado Eduardo Bolsonaro y el concejal de Río, Carlos Bolsonaro.