El gobierno del mandatario estadounidense, Donald Trump, puso el lunes un nuevo obstáculo a quienes buscan asilo en EE.UU., determinando que ser perseguido por amenazas contra un miembro de la familia no es en general suficiente para obtener asilo en EE.UU.
El fiscal general, William Barr, emitió una decisión que establecerá un estándar para todos los jueces de inmigración, valiéndose de la misma competencia que sus predecesores Jeff Sessions y Matthew Whitaker usaron para tratar de reducir el universo de personas que potencialmente califican para el asilo.
El gobierno de Trump está buscando activamente reducir el número de solicitudes de asilo, porque dice que el sistema está abrumado por reclamos fraudulentos.
La cantidad de personas detenidas en la frontera entre EE.UU. y México aumentó durante el gobierno de Trump. Sin embargo, muchos centroamericanos pidieron refugio en EE.UU. a pesar de que la gran mayoría de sus reclamos finalmente son rechazados en los tribunales.
Cabe destacar que a diferencia de la judicatura federal, los tribunales de inmigración de los EE.UU. están bajo la jurisdicción del Departamento de Justicia, y el fiscal general puede intervenir en los casos para establecer un precedente legal.
Los fiscales generales de Trump han sido más activos que los de gobiernos anteriores en esta práctica.
En el caso de los lazos familiares, Barr anuló una decisión de la Junta de Apelaciones de Inmigración, argumentando que dictaminó incorrectamente que un mexicano podía pedir la protección de asilo porque las amenazas en su contra surgieron solo después de que un cartel de drogas amenazó primero a su padre.
En consecuencia, la ley de asilo exige que las solicitudes se evalúen caso a caso para demostrar que la persecución se basó en la raza, religión, nacionalidad, opinión política o pertenencia a un “grupo social particular”.
López Obrador: “Vamos muy bien”
Por otro lado, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró el lunes que la economía mexicana no ha entrado en recesión, como auguraron analistas y bancos de inversión, y que, por el contrario, “va muy bien”.
No hay recesión. Vamos muy bien en lo económico y cada vez está mejor la situación económica y social en nuestro país, dijo López Obrador.
“Estoy tranquilo y optimista porque estamos bien y de buenas. No hay ningún riesgo ni para la economía, ni para la estabilidad política. Hay gobernabilidad en el país”, agregó el mandatario, quien asumió en diciembre de 2018.
Esperemos que esto baje el numero de solicitantes de asilo a EE.UU.