Una vez, allá al final de los años 80, Julia Roberts se resistió a filmar Mujer Bonita. Parece mentira. La película que la lanzó al estrellato y de la que, a pesar de ser siempre recordada por el rol, pudo soltarse después y no quedar pegada, algo que suele ocurrir con el cine y los papeles muy determinantes.
“Tengo una historia muy divertida que contar”, le dijo Julia a Patricia Arquette, de Variety. Quienes leían el artículo no habrán imaginado lo que vendría después. “Hace muchísimos años hice una audición para una película llamada 3.000, que por si alguien no lo sabe, era el título del guion original de Pretty Woman”, comenzó explicando la actriz.
“Pero aquella versión tenía un final bastante más duro”: al parecer el personaje de Richard Gere abandonaba a la mujer, echándole un fajo de dólares. Julia, muy joven, leyó el guión y rechazó el rol. “No tenía ningún interés en estar en una película como esa. Y eso que a mí sí me dieron el papel. Pero resulta que el estudio que iba a producirla quebró y tres días después de que me dijeran que me habían seleccionado me quedé sin trabajo”, narró Roberts.
Gary Marshall
“Me dijeron que antes de cerrar, –continuó la actriz– que Disney les había comprado el guión y yo pensé que qué demonios iba a hacer Disney con esa historia. ¿Animarla? En serio, aquella película era lo menos Disney que he leído nunca”. Entonces sucedió algo: el cambio de director, y colocaron a Gary Marshall.
“Es un ser humano genial, así que supongo que accedió a tener una reunión conmigo porque sabía que antes de que él llegara yo fui elegida para hacer ese papel durante tres días. No solo me volvió a ofrecer la película, sino que habían cambiado también el guión hasta convertirlo en algo que realmente entraba en mi zona de confort”, expresó la actriz.
Y así fue que se filmó y estrenó Mujer Bonita, uno de los clásicos del cine romántico. La carrera de Julia Roberts se lanzó al estrellato y la canción de Roy Orbison tuvo su segunda vida ¿Qué tal?