El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, consideró este miércoles que el líder opositor de Venezuela, Juan Guidó, no ha sido derrotado tras el levantamiento realizado el martes, 30 de abril, con el objetivo de expulsar del poder al mandatario venezolano, Nicolás Maduro Moros.
“No hay ninguna derrota. Yo hasta lo elogio. Reconozco el espíritu patriótico y democrático que tiene para luchar por la libertad en su país”, sostuvo Bolsonaro sobre la movilización liderada por Guaidó.
Es importante recordar que el jefe del Parlamento venezolano anunció a primera hora del martes que la familia militar había decidido unirse a su movimiento para derrocar a Maduro.
“Pueblo de Venezuela inició el fin de la usurpación. En este momento me encuentro con las principales unidades militares de nuestra Fuerza Armada dando inicio a la fase final de la Operación Libertad”, publicó en su cuenta de Twitter.
Sin embargo, al final de la jornada el alzamiento militar no parecía haberse concretado en Venezuela.
Efectos colaterales de la crisis venezolana en Brasil
Bolsonaro expresó su preocupación con los “efectos colaterales” que la crisis venezolana puede tener en Brasil, especialmente en lo que se refiere al alza del precio del combustible debido a los embargos a Venezuela y el abastecimiento de energía en el estado fronterizo de Roraima, informó el Nuevo Herald
“Roraima es el único de los 27 estados de Brasil que no está vinculado al Sistema de Interconexión Nacional, por lo que tan sólo puede ser abastecido con la energía venezolana o la generada por sus cuatro termoeléctricas”, detralló.
“Poca gente para derribar un Gobierno”
Por su parte, el ministro del Gabinete de Seguridad Institucional, general Augusto Heleno Ribeiro, evaluó en una entrevista publicada este miércoles por el diario O Globo el movimiento liderado por el jefe del Parlamento y consideró “que había poca gente para derribar un Gobierno”.
Asimimo, señaló que la estructura militar de Guaidó es precaria, mientras que Maduro cuenta con “el apoyo comprado de cerca de 2,000 generales”, una cifra que consideró “espantosa”.
“Las imágenes mostraban una población desorganizada, intentando hacer una reacción no se sabe exactamente a qué, porque no se veía quién era el adversario en el otro lado. Parecía una pelea de hinchas de fútbol: gente tirando piedras, otros bombas…”, afirmó.
A su juicio, las protestas protagonizadas la víspera no “tuvieron aspecto de una rebelión seria o de que eso acabaría con una caída de Gobierno”.
“Todo el mundo quedó esperando que se confirmara la primera declaración de Guaidó, que habría recibido el apoyo macizo de las Fuerzas Armadas, pero no sucedió, todo quedó en su declaración”, puntualizó.