Paul Manafort, ex jefe de campaña de Donald Trump, fue condenado este miércoles a 43 meses de prisión más, es decir, unos tres años y medio por cargos derivados de la llamada «trama rusa».
La sentencia fue dictada por una jueza de distrito en Washington DC, y llega tan solo una semana después de que Manafort fuera condenado en Virginia a 47 meses de cárcel por fraude en un caso separado.
Eso quiere decir que Manafort , de 69 años, recibió una condena total de cárcel de siete años y medio. Esta última decisión de la Justicia estadounidense es la sentencia correspondiente a dos cargos de conspiración de los que Manafort se declaró culpable el año pasado.
Pese a la condena de este miércoles, Manafort aún tendrá que responder a un nuevo caso ante la Justicia.
Ahora bien, este miércoles 13 de marzo, ante la corte de Washington DC que lo condenó, Manafort aseveró que quería disculparse por sus acciones.
“Siento lo que he hecho y todas las acciones que nos han traído hasta aquí hoy”, expresó.
El proceso contra Manafort es producto de la “trama rusa”. Investigación liderada por el fiscal especial, Robert Mueller, sobre la supuesta implicación de Rusia en las elecciones presidenciales de EE.UU., en 2016, que ganó Trump frente a su rival, la demócrata Hillary Clinton.
Es importante señalar que Trump siempre ha negado que se produjera una colusión con Rusia y considera la investigación de Mueller una “caza de brujas”.
“No es una víctima”
La condena de cárcel a Manafort es la mayor desde que la investigación sobre la “trama rusa” comenzara.
“Este caso se ha llevado todo de mí: mis propiedades, mi dinero, mi seguro de vida, mis cuentas fiduciarias para mis hijos y mis nietos y mucho más”, indicó Manafort ante la jueza Jackson.
La magistrada, antes de anunciar la condena, consideró que el “acusado no es el enemigo público número uno, pero tampoco es una víctima”.
Manafort se declaró culpable el pasado mes de septiembre de dos cargos: conspiración contra EE.UU. y, conspiración para obstruir la justicia.
Más aun, acordó cooperar con el fiscal especial, Robert Mueller, en su investigación como parte de un acuerdo para una posible reducción de la sentencia. Tan solo dos meses después, ese pacto se desmoronó según los investigadores, quienes afirmaron que Manafort mintió en repetidas ocasiones al gobierno.