Y es verdad que luego de un análisis más profundo nos damos cuenta de que no somos tan diferentes. El vidente Nostradamus vaticinaba calamidades y desastres para 2019, y por lo que estamos viviendo no se equivocaba mucho aunque, si lo piensan un momento, el vidente galo era bastante aguafiestas.
Por contra, los chinos prevén que éste año sea alegre y conciliador, un período en el que el dialogo, la diversión y la positividad reinaran sobre el mundo o, al menos, en el suyo. Mucho tienen que cambiar las cosas para que en el nuestro ocurra algo similar aunque sólo sea de lejos, precisamente por eso, porque como ven somos muy escépticos.
Quizá sea porque para ellos bajo la Luna las cosas se ven diferentes que bajo el Sol y quiza de ahí las tradicionales sombras y tinta china, o los fumaderos de opio, todo siempre oculto, bajo la oscuridad.
El cerdo es agridulce
Hoy se incia el nuevo año chino, y siguiendo su rueda del zodiaco le toca al cerdo, el último en sumarse, con lo que con éste se termina un ciclo de 12 años y después se inicia uno nuevo, así hasta completar 5 ciclos.
Según su leyenda, lo que hagamos este año será determinante en el próximo ciclo zodical. Y todo esto viene siendo así desde que Huang Di, el emperador amarillo, elaboró este calendario en el siglo XIV antes de Cristo.
Es sabido que el calendario chino es una rueda ordenada de 12 animales que gira a ritmo lunar y que de forma secular cada año está regido por uno de ellos.
A este año le toca el animal que los chinos identifican con la fertilidad y la virilidad, la nobleza y la fortuna, el cerdo. Si damos fe al mito asiático, las personas nacidas bajo su signo poseen los atributos de ese animal, por lo que los nacidos bajo el signo del cerdo serán personas fértiles, viriles, honestas e ingenuas, y la buena suerte les acompañará si la buscan con empeño y no son perezosos.
El cerdo para los chinos es un signo de tierra y femenino, por lo que las mujeres serán protagonistas durante este año. También es justiciero, por lo que será un año para ajustar cuentas y poner a cada uno en su sitio.
Aunque el cerdo es tan honrado y bonachón que hará un acto de contrición para ajustar las suyas propias, propósito de enmienda y, si no le salen bien, cumplirá su penitencia.
Un cerdo es glotón
Según la leyenda china el rey de Jade convocó una carrera para elegir a los animales del zodiaco. El cerdo, a modo de la liebre en nuestro mito, pensó que mejor se daba un buen banquete para cobrar fuerzas y se echó una buena siesta.
Al despertar echó a correr y no podía con su alma, pero a pesar del empacho llegó en duodécimo lugar, cerrando así el ciclo zodiacal.
Al igual que en la carrera, este será un año de abundancia y riqueza que, si se gana con esfuerzo y buena voluntad, se multiplicará en el siguiente ciclo, pero quien intente tomar el atajo más corto tendrá que lamentarlo, como así le ocurrió a nuestra liebre con la tortuga, o al cerdo en la carrera del rey de Jade.
Un cerdo es ingenuo y bonachón
El año del cerdo nos viene a decir algo así. Es una última oportunidad para demostrarnos a nosotros mismos que hemos madurado y estamos listos para mayores retos o, de lo contrario, tendremos que volver a repetir como colegiales el mismo curso, pero no sea pesimista ni fatalista, con esfuerzo y buena letra podrá salir adelante.
Habrá que adaptarse y afrontar nuevos retos sin salirse del camino y sin querer llegar antes por el más corto, con esfuerzo y voluntad, no sea perezoso, sin confiar que la providencia venga en su auxilio, rodeándose y buscando la protección de amigos que compartan los mismos objetivos.
No defraude a nadie, todos confían en usted por su honestidad y por su nobleza, y no sea tan ingenuo, aléjese del zorro y del gato, no les preste oídos cuan Pinocho, escuche a su pepito grillo o de lo contrario le crecerá la nariz, delatándose a sí mismo.
Evite la gula, coma con moderación, sólo lo necesario, sin excesos, no codicie los bienes ajenos y que la avaricia no rompa su saco. Modere su apetito sexual, escuche a su pareja y téngala en cuenta como a usted mismo, sobre todo, si es mujer, este año su sexto sentido estará más despierto.
En definitiva nada que no nos hayan enseñado de niños en la escuela o nuestros padres en casa, pero contando de manera diferente, exótico, con otros mitos y leyendas diferentes. Y es que sólo nuestros rasgos étnicos nos dan una apariencia distinta, pero en nuestro interior no lo somos tanto, la lucha por la supervivencia no sabe de espacio y tiempo.