«Mary Poppins», la maravillosa película protagonizada por Julie Andrews, ha marcado y sigue marcando a muchas generaciones. Todos sabemos de que estamos hablando cuando oímos o leemos expresiones como «supercalifragilisticoespialidoso».
Hace pocos días se ha estrenado una secuela titulada «El regreso de Mary Poppins». Esto provoca, cuanto menos, curiosidad. Esta secuela está ambientada varios años después del final de la película y podremos ver a la siguiente generación de la família Banks, familia en la que la original Mary Poppins puso orden. Ahora tendrá que volver a ayudarles a recuperar la alegría.
Julie ha dado su bendición
En esta ocasión el mítico personaje de la niñera está interpretado por Emily Blunt. La actriz ha declarado que no ha tenido ocasión de hablar con Julie Andrews pero que sabía que ella había dado su bendición a que ella fuese la protagonista de este nuevo proyecto. Se le ofreció una participación especial a la veterana actriz y cantante pero la declinó, alegando que no quería quitar protagonismo a la nueva interprete.
El que sí ha aceptado la invitación ha sido Dick Van Dike, de 93 años, que interpretó al deshollinador ( y a otro personaje más) en la versión de 1964. Presentes en el rodaje han contado que no fueron pocos los que terminaron llorando ante la emotividad del momento.
El 19 de diciembre se estrenó la película y las críticas no se han hecho esperar. Por lo general, crítica especializada y público coinciden en que, aunque es imposible llegar al nivel de la original, esta secuela no decepciona. Alaban que hayan mantenido la estética retro, recuperando la frescura de Mary Poppins con nuevos «trucos» que al parecer funcionan. La consideran totalmente recomendable para nostálgicos, niños y público en general.
Muchos comentarios aseguran que las piezas musicales también son de las que sales tarareando cuando sales del cine, aunque habríá que ver si llegaran a formar parte del imaginario colectivo como lo han hecho los de la original.
Una de las cosas que se critica algo negativamente es que está demasiado condicionada por la primera parte, con algunos números musicales que son casi un calco de algunos de los rodados en los años 60 y constantes guiños a la película protagonizada por Julie Andrews. Definitivamente, la sombra de Mary Poppins es alargada.
Por supuesto también existen las críticas negativas que aseguran que es un producto de consumo, que no deja verdadero poso. Una película de ver y olvidar.
El nivel actoral es muy alabado, en la película intervienen grandes actrices como Angela Lansbury o Meryl Streep. Tiene toda la pinta de ser una película ideal para ver estas Navidades, llena de mágia, música y sentimientos.
Yo desde luego no me la pienso perder.