El conocido canal de Panamá es un punto entre 2 océanos, una brecha de agua que se encarga de dividir en 2 a América. Es una de las obras de ingeniería más grande de toda Latinoamérica para el sigo XX y es la ruta más corta existente entre los 2 mayores océanos del mundo.
Este canal es el encargado de prácticamente el 6% del comercio mundial. Pero lastimosamente esta vía artificial entre el océano Atlántico y el Pacifico sufre desde el año pasado la peor crisis natural, debido a que se está quedando sin agua.
La escasez en cuanto a las precipitaciones del año 2019 pusieron en jaque al más conocido mecanismo de exclusas que se encarga del movimiento de barcos de un mar a otro. Durante ese año se registró una reducción de 20% de lluvias, llegando a ser el 5to año más seco de las últimas décadas.
Por tal razón, las autoridades del canal habían recortado la cuota de los barcos que lo atraviesan como una forma de ahorrar agua.
A partir de febrero todo barco que pase por la vía marítima debe de pagar por el consumo de agua dulce. Tarifa que asciende hasta los 10.000$.
El canal se seca
Como se mencionó anteriormente, el año pasado los bajos niveles de agua pusieron en alerta a todas las autoridades responsables del canal.
El principal origen lo dio el fenómeno del Niño, ya que estuvo muy fuerte y aumentaron las temperaturas de manera considerable. Otro factor fue el registro de una mayor transpiración de los cuerpos de agua, que son los que alimentan la vía acuática.
A medida que el año va avanzando y el déficit de lluvia aumenta se decidió no generar más electricidad a la represa Gatún y se eliminaron todas las ayudas hidráulicas, que eran una forma de ayudar a los buques a entrar a las cámaras con mayor fuerza.
Se espera que en los próximos días llueva para así solventar un poco la falta de agua, pero este es un problema que va agudizándose cada vez más. Por lo que las tarifas no van a dejar de cobrarse a los barcos que transiten por el canal.