Este jueves Venezuela fue el centro de la noticia, ya que el presidente de Estados Unidos efectuó una acusación y recompensa para quienes den información y entreguen al presidente de Venezuela y funcionarios allegados a este, por el delito de narcotráfico.

Jorge Arreaza

El canciller del país Jorge Arreaza luego que dicha acusación se hizo pública la crítico inmediatamente, expresando lo siguiente a través de un comunicado

El gobierno de Donald Trump vuelve a arremeter contra el pueblo de Venezuela y sus instituciones democráticas, utilizando una nueva modalidad de golpe de Estado»

El canciller califico esta acusación contra el presidente Maduro utilizando el término “miserables” y dando a entender que todo eran unas vulgares e infundadas acusaciones.

Continuo diciendo que lo que ellos buscaban era minimizar el alto reconocimiento que posee el país en la lucha contra el narcotráfico, tal delito que le ha criticado en repetidas ocasiones a su hermano país, Colombia.

Las declaraciones de Arreaza llegaron pocas horas después de anunciarse la acusación para el actual presidente, calificada como “conspiración para el narcoterrorismo”

Washinton ha ofrecido una tentadora recompensa de US$15 millones por la captura de Maduro y US$10 millones por la de los otros altos jerarcas del chavismo.

Cartel de la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos.

Estados Unidos siempre ha considerado a Maduro como el supuesto líder del cartel de los Soles, quien es acusado de ser el causante de inundar de cocaína al país.

Muchos otros dirigentes del país suramericano expresaron que el hecho de ofrecer recompensas al estilo de vaqueros del lejano oeste solo demuestra la obsesión y el desespero que tienen en contra de Venezuela, y todo es una estrategia para alcanzar popularidad electoral en el estado de Florida.

Debido a que esta zona es la que acoge una buena parte de la comunidad venezolana que se encuentra residenciada en Estado Unidos.

Junto al presidente de Venezuela están acusados otras 14 autoridades más, en temas de corrupción y lavado de dinero. Dichos cargos pueden ser mínimo de 20 años en prisión e incluso llegar a cadena perpetua.

Solo queda esperar a los próximos días a ver qué sucede en el país latinoamericano.

 

 

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