Cuando te miras el maquillaje en el espejo, solo para detectar un bulto gigante que solo deseas quitar, es mejor pensarlo dos veces.

Los expertos coinciden en que cuando se trata de bultos o espinillas debajo de la piel, lo mejor es definitivamente un enfoque de no intervención.

“Hacer estallar cualquier cosa hace que tu piel se rompa físicamente, lo que la hace más susceptible a las infecciones y un problema aún más grande que el que existía originalmente en primer lugar”, destaca Dendy Engelman, dermatóloga certificada por el consejo de Manhattan Dermatology and Cosmetic Surgery de Nueva York.

Lo mejor es abastecerse de productos para el cuidado de la piel de venta libre y aprobados por los dermatólogos, o dejar que los profesionales los manejen en sus oficinas con láseres y dispositivos seguros para la piel.

Toma en cuenta que el tratamiento dependerá de qué causa exactamente tus problemas molestos en la piel, ya sea un grano duro debajo de la piel o pequeñas protuberancias blancas en la cara.

Aquí, todos los detalles que necesitas saber sobre 5 protuberancias comunes.

1. Las espinillas quísticas del acné

Las espinillas quísticas aparecen muy profundas debajo de la superficie de la piel, formando un nódulo tierno y rojo que no solo es doloroso, sino que es mucho más difícil de tratar con medicamentos de venta libre.

“La inflamación que acompaña al acné quístico puede obstaculizar el proceso de curación y, a menudo, conducir a cicatrices permanentes que es imposible de eliminar”, detalla el Dr. Engelman.

Tratar de romper estos bultos debajo de la piel tampoco ayudará dado que los quistes se producen tan por debajo de la piel que ni siquiera te acercarás a alcanzar el bulto, y solo quedarás con un hueco propenso a infecciones.

La causa:

El acné quístico es causado por las fluctuaciones hormonales y las bacterias del acné. Los niveles altos de hormonas desencadenan una sobreproducción de aceite, causando que los poros se inflamen, cuando este aceite no puede llegar a la superficie de la piel, se rompe por debajo y hace que la inflamación se propague al tejido circundante.

Otras causas incluyen bacterias en los folículos pilosos y una disminución en el recambio celular en pacientes con acné que llevan a acumulaciones de queratina en los poros.

El tratamiento:

Haz una cita con tu dermatólogo. Generalmente lo tratará con una inyección de cortisona para eliminar la hinchazón al instante e incluso puede salvarte de las cicatrices.

2. Milia

¿Alguna vez has notado diminutos bultos blancos en tu cara que se niegan a explotar sin importar cuánto lo intentes? Se llaman Milia y, son realmente insuperables, al menos sin la ayuda de un dermatólogo o esteticista.

La causa:

Milia no está realmente llena de suciedad, aceite o mugre. Son unos quistes pequeños e inofensivos que se producen cuando las células muertas de la piel quedan atrapadas debajo de tu piel

El tratamiento:

Si le molesta, programa una cita con tu dermatólogo, que probablemente la extraerá con una herramienta caliente y esterilizada.

3. Verrugas

Las verrugas son crecimientos adicionales de la piel que generalmente se presentan en el cuello y las axilas.

Es importante que jamás las arranques o intentes eliminarlas tu solo porque es peligroso y te causará dolor  y mucho sangrado.

La causa: 

Con frecuencia, se presentan en áreas de fricción, como el cuello, las axilas y la ingle, y se cree que son causadas por el roce de la piel o la ropa.

El tratamiento

Este es definitivamente un trabajo para profesionales.

Un profesional puede quitar las verrugas de la piel al congelarlas (una técnica que utiliza nitrógeno líquido conocida como crioterapia), quemándolas ligeramente con cauterización o quitándolas quirúrgicamente cortándolas.

4. Herpes labial

Tocar un herpes labial podría fácilmente conducir a la formación de otra llaga. Al entriparlos se libera un fluido similar a una ampolla que contiene el mismo virus y se puede propagar fácilmente a otras áreas, incluida la cara de otra persona.

La causa: 

El virus del herpes simple tipo 1 (HSV-1) y el tipo 2 (HSV-2) son los culpables de los dolores fríos, y son muy comunes.

El tratamiento:

Las pequeñas llagas pueden curarse por sí solas con la ayuda de tratamientos de venta libre. Pero si observas que el herpes labial aparece con mayor frecuencia (o se propaga a áreas más grandes), debes consultar a un médico para obtener ayuda profesional para un medicamento más agresivo y, si tiene llagas más de seis veces al año, un medicamento preventivo.

5. Queratosis Pilaris

Apretar o rascar estas lesiones provoca un empeoramiento de los efectos, como enrojecimiento y la posibilidad de cicatrices.

La causa:

A menudo llamada “piel de pollo”, esta condición genética es causada por una acumulación de queratina, la proteína que protege la piel, el cabello y las uñas de las infecciones y otras toxinas dañinas para el medio ambiente.

La acumulación forma un tapón que bloquea la apertura de un folículo piloso.

El tratamiento:

Usa un exfoliante químico que contenga ácido salicílico y ácido glicólico, o productos como AmLactin para calmar la inflamación y suavizar gradualmente los bultos con el tiempo.

 

 

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