Protestas y cacerolazos se escuchan en estos momentos en las calles de Venezuela desde el miércoles 23 de enero, día en que se dio inicio a una gran manifestación organizada por la oposición para pedir a Maduro que se retirara del poder ante una Venezuela azotada por la crisis.

Movilizaciones masivas en Venezuela piden la renuncia de Maduro

Algo que ha dejado a muchos sorprendidos es que antiguos bastiones chavistas no dudaron en salir a enfrentarse a las fuerzas de seguridad, demostrando también su rechazo al régimen.

José Félix Ribas de Petare fue uno de los barrios populares de Caracas más afectados durante los enfrentamientos con las Fuerzas de Acciones Especiales de la Policía Nacional Bolivariana. Se vivieron momentos muy difíciles durante estos últimos cuatro días, en los cuales 26 manifestantes terminaron fallecidos y 407 detenidos.

«Aquí no hay miedo y los barrios somos los más arrechos (bravos). Los barrios estamos en la calle porque entre morir de hambre, morir porque no hay remedios y morir luchando, preferimos lo último», fueron las palabras de Héctor Zambrano, un vecino de la zona petareña.

Muertes y detenciones tras las protestas en Venezuela

La policía, por su parte actúa con tanquetas y armas largas, llevan sus uniformes negros, cascos y chalecos antibalas. En estas últimas horas, muchas casas han sido allanadas, los agentes buscaban e incautaban teléfonos celulares donde hubiera grabaciones de los tiroteos que pudieran perjudicar al gobierno de Maduro.

Otros despliegues similares se dieron a conocer a través de las redes sociales, en barrios com Catia, La Vega, El Junquito, 23 de Enero y Lomas de Urdaneta, Caracas.

Los habitantes de La Vega llevan tres días enfrentándose a tiros con los agentes de las Fuerzas de Acciones Especiales, y declaran estar hartos de Maduro. «No nos van a callar con el carnet de la patria o con la caja de comida de Clap o los bonos» dijeron indignados.

Cesar Moya, un activista, escribió en sus redes sociales un testimonio en donde denunciaba robos, detenciones y actos vandálicos por parte de las FAES.

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