La guerra comercial de Estados Unidos contra China se agudiza y traerá consecuencias para una de las empresas más grandes del país norteamericano y es que el presidente Donald Trump afirmó que no hará exenciones u otorgará alivios a Apple en el pago de aranceles por los productos que fabriquen en el país asiático.
Así lo confirmó el también empresario a través de su cuenta en Twitter: “No se le dará a Apple exenciones o ayuda en las tarifas por las partes de la Mac Pro que hagan en Chine. ¡Háganlas en los EE.UU. y no hay tarifas!
Apple will not be given Tariff waiver, or relief, for Mac Pro parts that are made in China. Make them in the USA, no Tariffs!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 26, 2019
La decisión del mandatario se enmarca en las presiones de su gobierno para lograr que el gigante asiático acepte más importaciones, así como a los informes que indican que Apple estaría planeando mudar la producción de la computadora de escritorio de Texas a Shanghái.
De acuerdo al informe, Apple estaría teniendo problemas para encontrar empleados capacitados para ensamblar la Mac Pro en piso estadounidense.
Hasta el momento, Apple no ha contestado a los comentarios de Trump. No obstante, la compañía dirigida por Tim Cook había previamente enviado una carta al mandatario para advertirle que la imposición de aranceles solo heriría a la economía de la potencia más grande del mundo.
Apple ha fabricado la Mac Pro en Austin, Texas, desde 2013 y con el nuevo panorama no ha especificado dónde se fabricará la desktop en un futuro. Sin embargo, las advertencias de Trump parecen no preocupar al gigante tecnológico demasiado y es que el precio de las acciones de Apple subieron de 1,22 dólares a 208,24 dólares en las operaciones del mediodía del viernes.
La nueva guerra fría
La guerra arancelaria entre los dos países potencia inició en 2018 luego de que Trump acusara al país asiático de realizar prácticas comerciales desleales y obligar a las empresas estadounidenses a compartir sus secretos para permitirles operar en el país.
Los aranceles impuestos por Estados Unidos a China se realizaron por el valor de 300.000 millones de dólares, a lo que China respondió con sus propios aranceles a productos del país norteamericano valorados en 60.000 millones de dólares.
Estas medidas afectaron a un número de empresas. Sin embargo, la más notable fue Huawei, la gigante tecnológica de China, que, además, contó con su propia tanda de sanciones comerciales por suponer una “amenaza a la seguridad interna de los Estados Unidos”.
En la pasada cumbre del G20, Trump y su homólogo chino, Xi Jinping, se reunieron y acordaron aliviar las tensiones y a partir de ese momento, el presidente estadounidense no impuso más sanciones tarifarias. No obstante, se mantuvieron las medidas preexistentes y actualmente Trump se estaría planteando más aranceles contra China pese a la baja del déficit comercial del 2,1 %.