Este jueves el centro de EE.UU fue azotado por una tormenta invernal que ya había paralizado partes de Colorado y Wyoming con intensas nevadas. Esta tormenta trajo consigo condiciones de nevisca al occidente de Nebraska y arrojando aguaceros que forzaron evacuaciones en comunidades más al este.

Un equipo de emergencias tuvo que acudir al sitio donde un vehículo fue arrastrado por las aguas en Norfolk, Nebraska, y una crecida en el río Elkhorn River forzó a evacuar el este de la ciudad de 24,000 habitantes.

En cuanto a Dakota del Sur, el gobernador decretó el cierre de todas las oficinas estatales al llegar la nevada por los fuertes vientos, neviscas y caminos llenos de nieve que dificultan los viajes en el oeste de Nebraska.

Incluso, varias ciudades y pueblos en la región han sido azotados por lluvias esta semana – Sioux Falls, Dakota del Sur, y Sioux City, Iowa-. Las inundaciones obligaron a las autoridades a evacuaciones en ambos estados, donde no se reportaron heridos.

“Tenemos mucha agua y tiene que salir por alguna parte”, expresó Tracy West, alcaldesa de Lennox, Dakota del Sur, donde se les pidió a los 2,400 residentes que conservasen agua para no abrumar el sistema de aguas residuales.

Peter Rogers, del Servicio Nacional de Meteorología, indicó que es muy probable que las inundaciones persistan hasta el fin de semana, debido a que la profunda congelación del suelo estaba previniendo que la nieve derretida se filtrase.

Tormenta invernal dejó caos a su paso

Una limpiadora de nieve de la municipalidad de Scottsbluff, Nebraska, despeja una calle el miércoles 13 de marzo del 2019/ FOTO: THE STAR-HERALD VÍA AP SPIKE JORDAN

La enorme tormenta azotó Colorado el miércoles, causando apagones, obligando a cancelar centenares de vuelos y causando caos en las carreteras por la abundante nieve. Una ráfaga de viento registró 156 kilómetros por hora (97 millas por hora) en Colorado Springs.

Xcel Energy indicó que les había restaurado la electricidad a unos 360,000 clientes, pero que miles seguían sin servicio. Algunos pudieran seguir a oscuras el fin de semana.

En el Texas Panhandle, un trabajador de una empresa de servicios públicos murió cuando trabajaba en la restauración de electricidad en medio de fuertes vientos. Las ráfagas en el área rebasaron 128 km/h (80 mph). Y en Nuevo México, 36 mineros en un depósito de desechos nucleares se vieron atrapados bajo tierra durante tres horas en un ascensor debido a un apagón causado por las condiciones del tiempo.

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